Mensajes de diversas orígenes
miércoles, 13 de agosto de 2025
Consagra tu Nación a Mi Sagrado Corazón
Mensaje del Sagrado Corazón de Jesús a Felipe Goméz en Colombia el 01 de junio de 2025
Amados hijos:
Comienza una nueva etapa para vuestra nación. El dragón herido intensificará sus ataques, porque sabe que le queda poco tiempo para gobernar; intentará utilizar artimañas y mentiras para avanzar y mantenerse en el poder... pero no lo conseguirá.
Debes intensificar tu oración, practicar el ayuno y rezar continuamente. Debes actuar con valor y astucia, sin caer en el error de responder al mal con el mal.
No caigas en la desesperación; no mires al futuro con desánimo o tristeza.
Consagra tu nación a Mi Sagrado Corazón. Quiero que cada ciudad, cada pueblo y cada región lo haga, para abrir el camino al bien.
Que Mis pastores eleven oraciones, expulsando el poder de las tinieblas; que los sacerdotes actúen en defensa de Mis ovejas.
No puedes entrar en la batalla débil y vulnerable, no puedes enfrentarte al mal confiando sólo en tus fuerzas. Tu escudo es la confesión, la comunión frecuente, la oración y el ayuno.
No os llenéis la boca de malas palabras; no maldigáis, no digáis blasfemias. Tales armas son inútiles y sólo manchan vuestros corazones de pecado.
No deseéis el mal ni la muerte a nadie; vuestros insultos son inútiles.
Mirad al Sagrario y pedid misericordia para vuestra nación y para el mundo entero.
Quiero evitar muchas catástrofes naturales, quiero evitar la guerra entre hermanos; quiero sembrar el amor, la compasión y la misericordia. Quiero levantarte de la humillación.
Rezad al cielo por gobernantes justos y honrados, líderes que honren a Mi Padre.
Mi Madre tiene el poder de apagar las llamas del odio y del engaño. Ella es el Auxilio de los cristianos, la Reina de vuestra nación, Madre de la Esperanza y Reina de la Paz.
Rezad, hijos míos, rezad con fe, y si así lo hacéis, pronto veréis los frutos de vuestras oraciones.
Vengo a recordaros que el mal no vencerá, que Mi Corazón triunfará y veréis brillar vuestra patria. Sí, hijos, el mundo verá la luz que brillará desde vuestra nación, si respondéis humildemente a Mis peticiones.
Ánimo, hijos, no estáis solos en esta batalla decisiva. Los santos ángeles acuden en vuestra ayuda y os acompañan en el camino de la paz.
En los tiempos venideros, muchas naciones verán vuestra tierra como un refugio de Mi misericordia.
Os quiero mucho; no os sintáis nunca solos ni abandonados. Yo te bendigo. Yo estoy con vosotros. Verás claramente Mi amor de predilección por ti. Sé humilde y obediente.
Amén... Amén... Amén.
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