Pequeños hijos, os pido que mantengáis viva la llama de vuestra fe en Mí, María, Madre de la Caridad Cristiana.
El diablo utiliza todos sus trucos para desestabilizaros, llegando incluso a poseer a algunos de mis hijos cuya fe vacila.
Si vuestra fe en Mí es sincera, el maldito no podrá alcanzaros, porque solo aquellos que están entre la palabra del hombre y la mía, María Madre de la Caridad Cristiana, serán sus objetivos.
Muchos hijos no me quieren como María, Madre de la Caridad Cristiana.
Algunos quieren cerrar este Lugar Santo y no reconocen que es el lugar de una Aparición, mía como María, Madre de la Caridad Cristiana.
Nunca ceso de orar por ellos para que vengan a Mí, pero Satanás impide su llegada a mi lado.
Hijos, como hombres y mujeres de fe, sois perseguidos; torrentes de calumnias e odio se derraman sobre vosotros, pero quiero aseguraros que Mi Hijo Jesús vendrá en vuestra ayuda y restaurará el orden según Su deseo.
Ninguna fuerza humana puede destruir lo que proviene de Dios. Así que no temáis nada.
Permaneced en el Camino que os he mostrado, porque se abrirán ante vosotros puertas anchas.
Nunca olvidéis que no hay Victoria sin la Cruz, que este es el destino de los verdaderos hijos de Dios.
Os amo, sed bendecidos y asegurados de Mi Amor Materno.
María, Madre de la Caridad Cristiana.