Queridos hijos, os amo y vengo del Cielo para guiaros hacia aquel que es vuestro único Camino, Verdad y Vida. Conozco a cada uno de vosotros por nombre y quiero veros felices aquí en la Tierra y, después, conmigo en el Cielo. Vivís en un tiempo peor que el tiempo del Diluvio, y ha llegado el momento de vuestra vuelta. Lo que tenéis que hacer, no lo dejéis para mañana.
Os pido que mantengáis encendida la llama de vuestra fe. Camináis hacia un futuro en el cual pocos permanecerán en el camino de la verdad. Estad atentos. Amad y defended la verdad. Sufro por lo que os viene a vosotros. Una gran espina saldrá de esta tierra y muchos corazones serán heridos.
El dolor será grande para hombres y mujeres de fe. Buscad fuerza en la oración, en la Eucaristía y en las palabras de Mi Jesús. Dadme vuestras manos y os llevaré a la victoria. En ese momento, haré llover sobre vosotros una extraordinaria ducha de gracias del Cielo. ¡Adelante sin miedo!
Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por permitirme reunirnos aquí nuevamente. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedaos en paz.
Fuente: ➥ ApelosUrgentes.com.br