Mi paz esté con vosotros, hijos Míos.
Este mundo está bajo el poder de las tinieblas, Mis fieles Hijos sufren los ataques del maligno y de sus emisarios del mal.
Mi Pueblo ha comenzado a caminar por el desierto de la purificación; todos los demonios de la carne se están soltando y muchas almas se perderán bajo los ataques de estas entidades malignas.
Vuestra mente es un campo de batalla, por eso debéis protegerla con la oración, especialmente con la oración combativa; atando y encadenando en Mi Nombre cualquier pensamiento cautivo que quiera robaros la paz.
Hijos míos, cerrad con el perdón, la confesión, el ayuno, la oración y la penitencia, toda puerta espiritual que tengáis abierta, para que ningún demonio de la carne pueda haceros perder. Rezad por la Curación Interior, perdonando de corazón a todos los que os hayan hecho daño a lo largo de vuestra vida y pidiendo perdón a todos aquellos a los que hayáis ofendido. Sólo a través del perdón se pueden cerrar las llagas del alma que están abiertas; sólo perdonando y perdonándoos a vosotros mismos, podéis sanar interiormente.
Rebaño mío, toda falta de perdón se acumula en el subconsciente y, con el tiempo, se convierte en resentimiento; el resentimiento arraigado se convierte en odio y el odio en amargura; Todos éstos son los demonios de la falta de perdón que mortificarán la mente de quienes se resistan a perdonar. Los traumas, inseguridades, miedos, depresiones, ansiedades, nerviosismo y otros problemas mentales, son producto de la falta de perdón; toda raíz de amargura es falta de amor y de perdón.
Reza por el niño que llevas dentro, si sufriste traumas infantiles debidos a abusos físicos o psicológicos, maltrato o falta de amor. Os digo esto, hijos Míos, porque la inmensa mayoría de los problemas psicológicos de los adultos tienen sus raíces en la infancia debido a traumas causados por abusos.
Si el niño que lleváis dentro está traumatizado, mortificará la mente del adulto y le causará depresión y miedo. Rezad, pues, Mis pequeños, por la curación interior del niño que hay en vosotros, para que podáis tener paz en vuestra mente, cuerpo y espíritu, y así ningún demonio mental pueda afectar a vuestro equilibrio.
Ven a Mis Sagrarios y pídeme la curación de tu niño interior maltratado y Yo lo haré con gusto, si abres tu corazón al perdón y te dejas inundar por la fuerza de Mi amor que te liberará.
Yo soy el Amor Perfecto y en el amor no hay miedo.
Acercaos a Mí, no tengáis miedo, desgarrad vuestro corazón y abridlo al perdón y os aseguro que todos vuestros miedos, inseguridades, depresiones y traumas, desaparecerán y ya no perturbarán la paz de vuestra alma.
Os espero Mis pequeños, no tardéis, bañaos en el Manantial del Perdón, del Amor y de la Misericordia y quedaréis limpios. La paz os dejo, Mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado.
Que Mis mensajes sean conocidos, hijos Míos, por toda la humanidad.