viernes, 9 de julio de 1999

Viernes, 9 de julio de 1999

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Entiende, al hablarte, que soy Jesús, el Verbo nacido Encarnado. Mi Sagrado Corazón Eucarístico es el centro del universo. Pero este Corazón no puede salvar ni un alma a menos que el alma se entregue al Amor Santo. El grado de entrega determina el grado de santidad. En verdad, el abandono de uno mismo es la clave de la salvación."

"Las almas no pueden amarme ni confiar en Mí, ni siquiera conocerme, si permiten que sus corazones estén llenos de sí mismos. El amor propio es siempre la puerta por la que Satanás entra. El amor propio es un amor desordenado por el poder, el dinero, la ambición, la reputación, la sensualidad, la codicia - todos estos que provienen de Satanás."

"Pero cuando el alma se entrega al Amor Santo, está dispuesto a renunciar a todo, a todos sus propios 'deseos', por Mí."

"Tal alma no necesita reconocimiento. Tal persona desprecia los focos y no se preocupa por la reputación. No se promociona a sí mismo ni a su propia agenda, sino que espera en segundo plano para hacer silenciosamente Mi voluntad. Si logra algo en Mi nombre, no busca crédito, sino que da gracias a Dios. Estas almas humildes que se entregan al Amor Santo son los instrumentos que me complacen usar. Estos son los que permiten que el Amor Santo se apodere de sus corazones. Ponen todas Mis necesidades por encima de las suyas."

"Estos son los que Yo llamo Míos."