sábado, 18 de septiembre de 1999

Sábado, 18 de septiembre de 1999

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"He venido a hablarte sobre la oración, y en particular la oración del Rosario. Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Muchos se entregan a la oración sin el sentimiento de amor en sus corazones. Esto debilita la oración, haciéndola menos digna. En cambio, fortalece tus oraciones recordando el amor que tienes en tu corazón por Mí y por Mi Madre. Esto Me permite derramar las gracias más escogidas sobre ti y en tu vida."

"La oración tiene un efecto acumulativo. Yo sé de antemano cuántas oraciones se ofrecerán por cada petición. Por lo tanto, nunca sabes lo que traerá un Ave María más. Un Ave María dicho con un corazón amoroso tiene el poder de detener guerras, llevar a la naturaleza a la armonía con el plan de Dios, convertir a un incrédulo, salvar una vocación, liberar un alma del purgatorio y cambiar el futuro para siempre. Piensa, entonces, en el poder de un Rosario entero dicho con amor."

"Satanás sabe que el Rosario es el arma que traerá su derrota. Por eso está desesperado por desalentar su uso. Cada vez que recitas un Ave María desde el corazón, el diablo se debilita para siempre en alguna área y en alguna alma."

"Nunca debes desanimarte, entonces, al rezar el Rosario. Cuando tu corazón esté más lleno de distracción, comprende que el adversario tiene miedo de tus oraciones."

"El Corazón de Mi Madre se consuela con tus esfuerzos en la oración. Ella está muy agradecida a los que perseveraron en un régimen de oración a pesar de la oposición. Hazlo saber."