sábado, 19 de febrero de 2000

Sábado, 19 de febrero de 2000

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Hoy, he venido a discutir contigo el tema del discernimiento. El discernimiento es un don del Espíritu Santo que sigue a las virtudes de la prudencia y la sabiduría. Es más profundo que estas dos y puede compararse con el instinto en la naturaleza. Los animales, los pájaros y los peces nacen con instintos que les ayudan a sobrevivir en la naturaleza. Estos instintos también dictan patrones de comportamiento, como el regreso de las golondrinas a Capistrano cada año."

"En el ámbito espiritual, el discernimiento es una necesidad para distinguir el bien del mal. Muchos nunca alcanzan la profundidad de esta virtud. Confunden el mal con el bien y viceversa. El discernimiento - para ser real - proviene de lo profundo del alma. No se puede señalar o indexar. Es un sentimiento de adentro. No es diferente a ver varias pinturas finas, pero sentir desde adentro que una es mejor que todas las demás porque está pintada de una manera más hábil, magistral."

"El discernimiento se eleva a partir de muchas experiencias espirituales. Entonces hay peligro, cuando alguien presume que tiene discernimiento porque tiene otros dones, o piensa que tiene otros dones. Muchos han sido desviados de esta manera. Muchos que deberían tener este don, porque están en posiciones de autoridad, no lo tienen."

"El discernimiento no es sinónimo de autoridad. No es un juicio apresurado basado en saltar a conclusiones. Es una opinión basada en separar la verdad de la falsedad. Es como la brújula de un barco que mantiene el rumbo de la embarcación. El discernimiento mantiene tu alma en el camino del bien."

"Este es un don raro, dado con amor y cuidado por Dios a los de corazón humilde."

"Harás esto saber."