lunes, 28 de junio de 2004

Lunes, 28 de junio de 2004

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Hermana mía, he venido a ayudarte a entender que es tanto el amor propio el que comprende el abismo entre el Cielo y la tierra. Este amor propio es desmesurado, intransigente y la raíz de todo pecado. Esto es así, pues el pecador se siente atraído al pecado a través de alguna forma de amor propio desordenado. Observa que digo 'amor propio desordenado'. Deseo que cada uno ame y se respete a sí mismo como creación de Dios. El amor propio es desmesurado cuando es lo primero, y Dios y el prójimo son lo segundo."

"Aquí hay algunas formas que este amor propio ilimitado puede tomar. La autocompasión es una puerta que Satanás usa. En este tipo de amor propio, el alma se sumerge en el pasado, perdiendo de vista el momento presente. Tiene una actitud de '¡pobre de mí!' – 'mira lo que me pasó'. Pierde de vista el valor redentor de la Cruz. Se coloca a sí mismo en el centro de sus pensamientos."

"Otra forma de egocentrismo es demasiada preocupación por la propia apariencia, salud y/o comodidades. Se puede pasar mucho tiempo en apariencias externas con poca consideración por lo que hay en el corazón. O la persona puede estar consumida por la preocupación por la reputación. Esto también es pasajero. No importará en tu juicio cómo apareciste ante los demás, ¡solo ante Mí!"

"El alma puede abrir la puerta al egocentrismo tratando de complacerse primero a sí mismo, luego a los demás. Buscar satisfacer cada comodidad propia y luego servir a los demás no es Amor Santo."

"En tus pensamientos pide la gracia de no pensar en cómo todo te afecta. Se te dará. Pide, en lugar de pensar en ti mismo, concentrar tus pensamientos en Mí, en Mi Madre, en la vida eterna, en la vida de los santos y en las necesidades de los demás. Esta gracia también se te dará."

"Sigue este camino, pues es el puente del Amor Santo que abarca el abismo del amor propio desordenado – el puente que separa al hombre de Dios."