viernes, 6 de enero de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Itapiranga, AM, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, los amo. Soy su Madre y la Reina de la Paz. Soy la Virgen de Nazaret, Madre de Dios. Hijos míos, oren por la paz en el mundo y por el fin de la guerra. Oren todos los días el santo rosario por la conversión de los pobres pecadores. Esta noche les colmo a cada uno de ustedes con una lluvia de gracias.

Consolen a mi Hijo Jesús, quien hoy les pide mucha oración y penitencia, para salvar las almas que están en peligro de perderse eternamente. Consuelen Su Sagrado Corazón, dando a mi Hijo Jesús su amor y sus vidas. Jesús está triste por los pecados que se están cometiendo en todo el mundo. Oren, oren más.

(¹) Nuestra Señora suplica ante la Cruz de Jesús, por todos nosotros, pidiendo a Dios nuestra conversión y salvación eterna. Muchos son ingratos y no escuchan sus súplicas maternales, porque sus almas están podridas en pecado y para ellos es más fácil pecar, porque están acostumbrados a ello y les gusta, que renunciar al camino del mal que requiere mucha oración, sacrificio y penitencia, y digo aún más, mucho desapego de todo lo que nos aprisiona, haciéndonos esclavos del mundo y del pecado.