jueves, 9 de febrero de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, los amo y soy su Madre, la Madre de la Divina Luz y Reina de la Paz.

Hoy, queridos hijos, vengo a ustedes representada por mi imagen, como Madre de la Iglesia, para pedirles a todos que oren por todos mis hijos sacerdotes y especialmente por mi primer hijo amado, el Papa Juan Pablo II.

Hijitos, recen mucho el santo rosario, para que el mundo definitivamente encuentre la paz. Miren, mis hijitos! Miren cómo está el mundo hoy: guerras a cada momento, violencia que aumenta cada día, y miren especialmente la situación difícil y triste que están pasando algunos de sus hermanos en otras ciudades de este Brasil. Están sufriendo por las grandes inundaciones que están ocurriendo en el lugar donde viven. Oren por ellos, mis hijos! Oren mucho por ellos y agradezcan al Señor por la paz que todavía tienen aquí en su estado.

No se quejen solamente si en su vida cotidiana tienen algunas dificultades o algunos problemas. Miren a sus hermanos y hermanas y verán lo poco que son sus problemas comparados con los de ellos. Solo se necesita oración y una entrega total a Dios, para que el Señor pueda ayudarlos, porque Él ayuda a todos aquellos que Lo buscan con gran amor y un corazón abierto.

Queridos hijos, estoy a su lado para ayudarlos. Tengan fe. Aumenten su fe. Dios está con ustedes. Él los ama. Jesús hoy les pide que se liberen de las cosas que no les traen alegría y felicidad.

Hagan sacrificios y penitencia por la conversión de los pobres pecadores. Tengo grandes planes para esta ciudad suya (Manaus). Oren para que todo lo que he planeado se haga realidad. Vierto hoy sobre cada uno de ustedes muy especiales gracias. Pedí a mi Hijo Jesús que también derrame las gracias de Su Misericordia sobre ustedes, y Él me escuchó, así que agradézcanle por todo lo que está haciendo por cada uno de ustedes. Gracias hijitos, por todas sus oraciones. Los coloco a todos aquí dentro de mi Inmaculado Corazón. Lean la Santa Biblia y vayan a la Santa Misa. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.