sábado, 3 de abril de 1999

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz de Jesús esté con todos ustedes!

Queridos hijos, el amor de Dios es muy grande para cada uno de ustedes. El Padre concedió la gloria de la resurrección a su Divino Hijo Jesús Cristo, porque quiso conceder así, por su resurrección, la victoria sobre la muerte y sobre el pecado para toda la raza humana. A través de la resurrección de mi Divino Hijo Jesús han sido bendecidos por Dios, y así se han abierto las puertas de la salvación y la vida eterna para todos.

Amados hijos, como vuestra Santísima Madre, los invito a acercarse al Sagrado Corazón de Jesús, para que Él les conceda la gracia de la victoria sobre el pecado. Si todos ustedes se unen a mi Hijo Jesús y se dejan guiar por su Divino Corazón, se elevarán a la vida eterna, que es el verdadero objetivo de cada uno de ustedes; pues mi Hijo Jesús ha preparado para ustedes un lugar en la gloria de su Reino. Amen, amen, amen a Dios, porque Dios los ama y quiere que sean partícipes de este amor divino suyo, para que puedan elevarse a la eternidad. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora rezó los Padres Nuestros y las glorias y luego dijo:

Recen para que todas las almas encuentren la salvación que es Jesús. Los hombres aún no entienden el amor de Jesús. Si lo entendieran, solo vivirían para Él, porque solo Él es suficiente. Y cuando Jesús es verdaderamente conocido y profundamente amado, grandes maravillas y milagros suceden en sus vidas.

Estoy unida con ustedes para que entiendan el regalo que mi Hijo les ha dado con su presencia en la Sagrada Eucaristía.

Los amo y siempre los bendigo y ayudo. Oren por la paz en el mundo y por la paz en los corazones. ¡Tantos de mis hijos están sufriendo por las guerras! Oren por estos hijos míos que sufren. Mi Inmaculado Corazón, en este momento, los vigila e intercede con Dios para obtener el regalo de la paz y el fin de la violencia cometida entre mis hijos. Ayúdenme con sus oraciones para que pueda obtener esta gracia del Corazón de Jesús.

Les agradezco por todas sus correspondencias a mi llamado a orar por la paz y el amor en los corazones de los hombres. Gracias. Estén con la paz de Jesús y con mi paz.

Los bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!