miércoles, 27 de junio de 2001

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber - Fiesta del Sagradísimo Corazón de San José

Hijo amado, Dios te ha asignado una gran misión, la de propagar la devoción a mi Sagradísimo Corazón al mundo. ¡Qué misión tan honorable, hermosa y maravillosa!

Entre tantas personas te elegí a ti, incluso cuando en el pasado estabas lejos del Señor, cuando aún no eras Su y seguías tus propios caminos. Pero le pedí al Señor que se dignara mirar al que había elegido en el Amazonas como tu familia.

¿Sabes por qué deseé aparecer en un hogar para revelar mi Corazón al mundo? Porque quiero mostrarle cuánto amo a las familias y cuán importantes son para Dios, pues yo fui la Cabeza de la Sagrada Familia y aún lo soy.

El Señor me ha concedido una gran gloria. Me concedió la gracia de un Corazón Casto y Virgen. Creó para mí un Corazón Santo donde pudiera depositar Sus gracias. En verdad, este mi Sagradísimo Corazón está lleno de las gracias más abundantes del Señor, lleno de virtudes y bendiciones.

Soy la Justa del Señor. Él que siempre ha crecido en las virtudes divinas, en la gracia de Dios. Aquellos que siempre invocan mi Santo Nombre, el Nombre más digno y más santo que el Señor me ha destinado y llamado muchas veces, les prometo la abundancia de mis bendiciones celestiales y mi protección de todos los males del infierno, y la liberación inmediata, en todos los peligros y aflicciones.

Hoy has visto cuánto te amo y cuánto bien te deseo. Hoy muchos han sido testigos de mi protección que te dispensa. No temas nada. El enemigo no podrá hacerte ningún daño, pues estoy contigo.

Hoy, con tus oraciones y las oraciones de tus hermanos, grandes males que el enemigo quería desatar contra la Iglesia en Amazonas y contra las almas han sido destruidos. Lo que pretendía hacer no sucederá y las gracias de Dios descenderán sobre ti y tus familias.

Mi Corazón brillará más y más en el mundo....

En este momento, vi a muchas personas en diversas partes del mundo llevando procesiones, grandes celebraciones y obras en honor del Sagradísimo Corazón de San José. Inmediatamente después, vi el globo que representaba el mundo. Sobre él, aparecieron pequeñas luces en cada continente, iluminándolo en diversas partes hasta que se volvieron muchas, iluminando fuertemente en todos los lugares. Escuché la voz de San José diciéndome:

¡Así será!

Entendí que donde estaba iluminado sería donde se honraría el Corazón de San José y donde llegaría su devoción. Como vi en la visión, llegará a todas partes del mundo. San José continuó diciendo:

Y así mis hijos se beneficiarán de las gracias del Señor. Les agradezco por su presencia y su amor por mí. A todos mi bendición paterna y mi protección: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!