sábado, 15 de septiembre de 2007

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Paz, mis queridos hijos, paz para todos ustedes!

Mis hijos, conviértanse. Regresen a Dios. Él los espera para bendecirlos y darles la bienvenida.

Soy su Madre que repite aún las mismas palabras maternales, palabras de amor de una Madre que los ama inmensamente: no pequen más. No ofendan más a mi Hijo Jesús con pecados graves. Oren por el mundo que es rebelde e infiel a Dios. Nunca como en estos tiempos mis hijos se han alejado tanto del Señor, y grandes calamidades están llegando sobre toda la tierra. Su ciudad es la tierra de la infidelidad sin fin, la tierra del adulterio y de los terribles pecados de aborto. Presten atención a estos terribles pecados cometidos contra Dios, mis pequeños hijos. Cuántos niños asesinados en los vientres de sus madres. Cuántas familias destruidas, por causa de esposos y esposas infieles, y la culpa de todos aquellos que se acercan a una familia para destruirla. Estos pecados serán la sentencia para muchos, porque la justicia de Dios actuará con fuerza en el Amazonas y en su ciudad, especialmente si los hombres no se arrepienten.

Oren, ayunen, pidan perdón y la misericordia de Dios, y Él los escuchará, de lo contrario no tengo nada más que hacer sino llorar por no haberlos escuchado. Ayuden a sus hermanos y hermanas con sus oraciones para que se conviertan, porque su ciudad será tomada por sorpresa y muchos se arrepentirán de sus vidas gastadas sin Dios. Mis hijos, regresen a Dios. Él los llama. Él los llama. Él los llama. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

¡Amén!