martes, 9 de septiembre de 1997

Mensaje de Nuestra Señora

Queridos hijos, les agradezco que estén aquí nuevamente a mis pies en oración.

Jesús derramó SU SANGRE en la Cruz para salvar a cada uno de ustedes, y hoy vengo como la Enfermera Celestial para sanar todos sus corazones. Jesús y Yo sanamos tantas heridas que les impedían orar, amar y hacer todo con AMOR.

¡Estoy con ustedes! Soy paciente, Misericordiosa y Afectuosa con los dolores de cada uno. ¡No teman! Siempre que ya no puedan soportar la cruz, vendré a aliviarlos. Les ayudaré y los seguiré, paso a paso, en su camino.

Estoy con ustedes en la cruz, incluso cuando no tengan la fuerza para llamarme. Los amo, y les pido que confíen en ustedes mismos y se entreguen a Mí.

Reúnanse siempre, siempre en este lugar, porque aquí les mostraré todo Mi AMOR por ustedes. Son pocos, pero son los elegidos. Los amo mucho y sonrío por ustedes.

Hijitos, sus corazones están en la palma de mi mano. Los amo a todos. Los Ángeles en el Cielo alaban a DIOS con todos ustedes. ¡Soy la Madre de todos! Soy la Madre de la Obediencia a DIOS.

Hoy los sello!(pausa)

Estoy con ustedes.

¡Busquen su conversión ardientemente! La conversión ardientemente deseada debe ser trabajada y cuidada a diario. Únanse a Mí en una oración incesante, y vencerán a Mi enemigo, la serpiente.

¡Confíen en Mi Inmaculado Corazón! Sus nombres están grabados en Mi Inmaculado Corazón. Los amo a cada uno de ustedes.

Les pido que cada uno de ustedes ore mucho! No cedan a la desunión. La oración hecha con unión de corazones es muy poderosa. Su unión en oración puede obtener muchas gracias! Oren más a menudo juntos, todavía oran muy poco juntos.

Oren más, mis hijos! ¡Vivan Mis Mensajes! Dejo la paz a todos.

Los bendigo en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. (pausa) Vayan en la Paz de DIOS".