Me alegro por sus oraciones. Agradezco a todos los que vinieron a rezar esta tarde.
Recen por la paz del mundo. Recen buscando la Paz para sus propias almas.
Recen el Rosario de la Paz todos los días. Continúen ayunando con pan y agua los miércoles y viernes. No pequen más, cambien sus vidas. Dejen todos los vicios que tienen, busquen solo la conversión.
Que aquellos que fuman ya no fumen. Que aquellos que beben, no beban más. Que cada uno abandone lo que más le gusta. Que lleven una vida santa".