Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 26 de agosto de 2007
Mensaje de la Muy Santa María

Queridos hijos, mi Inmaculado Corazón los bendice a todos hoy y les da nueva paz, ¡nueva luz en sus almas!
Estén atentos porque el diablo, mi y su adversario, busca en cada momento engañarlos, confundirlos y avergonzarlos en las cosas de este mundo; incluso dándoles la impresión de que ya son libres y están a salvo, pero en verdad aún están llenos de amor propio, apego a ustedes mismos y apego a las cosas pasajeras!
Busquen, por lo tanto, identificarlo y expulsarlo! Expulsen la ilusión diabólica de sus almas; siempre tratando de humillarse ante el SEÑOR reconociendo su miseria, reconociendo su nada y, sobre todo, rogándole al SEÑOR que los tome de la mano y los guíe por el camino de la mortificación interior, del desapego de ustedes mismos para que puedan entonces amar a DIOS sin barreras, sin demoras. Y así puedan llevar a cabo el plan que el SEÑOR tejió para ustedes en el instante en que los creó, para que su vida se convierta para todo el mundo en una señal de la grandeza del signo de su grandeza, bondad, misericordia y perfección.
Hijos míos, el hombre solo alcanza la felicidad cuando se desapega de todo y vive aquí en este mundo viviendo con todo, pero sin dejarse esclavizar por nada. No es dándose todo a uno mismo que uno es completamente feliz; sino es despojándose de todo que uno verdaderamente alcanza la paz, la tranquilidad y la felicidad.
¡Qué feliz es el hombre que sabe vivir en esta tierra, pero sin permitirse ser avergonzado por nada!
¡Qué feliz es el hombre que entiende que la felicidad, la verdadera felicidad no se encuentra fuera de él, sino dentro! Cuando el ser humano se encuentra con DIOS en las profundidades de su corazón! Cuando tiene el encuentro personal con el SEÑOR en las profundidades de su alma. ¡Y acepta al SEÑOR! Amen al SEÑOR! ¡Quiere ser amigo del SEÑOR! Entonces verdaderamente el ser humano es feliz para siempre!
¿Qué hombre tiene la felicidad?
No el que quiere tener todo y no el que realmente se da todo a sí mismo! ¡Sino es el que sabiamente sabe deshacerse de todo y vivir con las cosas en este mundo, pero teniendo como su único tesoro verdadero en su corazón: DIOS, su infinito amor y bondad.
Yo soy la Madre del 'hermoso amor'!
Yo estoy aquí, vengo aquí para enseñarles el camino de la felicidad, el camino de la paz, el camino del Cielo!
Quiero llevarlos conmigo al Cielo!
Quiero guiarlos a esa felicidad perpetua que nunca terminará!
Allí en el Cielo, en la eternidad, el alma beberá de conocimiento, de felicidad inagotable, de amistad, de fruición divina que nunca se agota y por lo tanto será feliz, eternamente feliz! Y en cada brindis de fruición divina que tenga, que recibirá aún mayor será su felicidad. Y así. De felicidad en felicidad; de alegría en alegría; de exaltación en exaltación vivirá. eternamente con DIOS, bondad inagotable. Eso es el Cielo.
Por eso en el Cielo nunca hay monotonía!
En el Cielo hay una alegría, una felicidad indescriptible que siempre aumenta, haciendo que el alma sea inmensamente e infinitamente feliz junto a su Creador!
Busquen el Cielo! Deseen el Cielo!
Aspiren al Cielo! Buscando en esta tierra cumplir todo lo que les digo, obedecer todo lo que les mando, seguir Mis ejemplos y entonces sin error alcanzarán el Cielo!
Los bendigo a todos hoy con mi Ángel Manuel y con mi Esposo Castísimo San José.
Les doy la Paz, les dejo la Paz, permanezcan en la Paz del SEÑOR".
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