domingo, 4 de noviembre de 2007

2º Mensaje de Santa Rosa de Viterbo

Marcos: "-María Santa Rosa de Viterbo, ¿qué deseas de mí hoy?

"Marcos, como te dije esta semana, vengo hoy de nuevo para exhortarte a la santidad; para que puedas entrar por la puerta de la salvación que es estrecha y que requiere que, para pasar por ella, el alma esté desapegada de todos los afectos, amores terrenales y cargas que traen consigo. Es necesario que el alma, para entrar por esta puerta estrecha, esté verdaderamente libre de todas las cadenas que llevan plomos y que pueden impedirle incluso en el último momento entrar por esta puerta de salvación!

Solo renunciando totalmente a ti mismo y a tu voluntad, es esto posible.

La verdadera paz no está en buscar las cosas de este mundo, ni siquiera en poseerlas en gran número; sino que la verdadera paz está en no estar apegado a nada y no estar esclavizado a nada. Cuanto menos pasiones terrenales tenga un hombre, más libre es, más felicidad disfruta, mayor alegría interior posee y menos tiene que aburrirse y preocuparse.

Solo cuando el alma se ejercita en la abnegación, se abrirá su mente para comprender la palabra de DIOS, para comprender los Mensajes del SAGRADO CORAZÓN UNIDO, y para comprender la voluntad de DIOS para ella; el plan de DIOS para ella.

Por eso los Ángeles aquí siempre han dicho que para encontrarse uno primero debe perderse; primero debe perder todos los afectos y todos los amores terrenales, y luego encontrar el "Amor Verdadero", el "Amor de DIOS".

El alma que verdaderamente quiere alcanzar la santidad, tiene que estar plenamente y únicamente encerrada en DIOS. Solo entonces el amor de DIOS morará en vuestras almas y serán el reflejo perfecto del SEÑOR para vosotros mismos y para este mundo.

Ama, por tanto, a DIOS, no con palabras sino con hechos. No seas una canción sin sentido, sino que tu vida sea un verdadero himno que glorifique al SEÑOR en verdad, sinceridad y realismo.

Nunca abandones: la oración; las obras de penitencia; la meditación; la lectura espiritual y el retiro; incluso si en tu conciencia algún pecado te acusa, porque estas cosas son la única salvación y remedio del pecador y si se vuelve al SEÑOR y a su MADRE, con un verdadero deseo de cambiar, será perdonado!

Que tu vida sea una copia de la Mía; vivida siempre en penitencia, en oración, en constante búsqueda de la voluntad de DIOS y una constante guerra contra tu propia voluntad, contra tu propia naturaleza y contra tu propio "Yo", nunca dándole lo que quiere, ni lo que busca; sino siempre sometiendo la naturaleza y tu propio "Yo" al espíritu que vive en ti, EL ESPÍRITU SANTO.

Domina tu naturaleza humana, domina tu voluntad, sometiéndola al espíritu a través de ejercicios de oración, renuncia, desapego y mortificación.

Sígueme por este camino y entonces verdaderamente encontrarás la paz.

Marcos, te bendigo en nombre de la MADRE DE DIOS, de nuestro Señor y de SAN JOSÉ! Te bendigo en nombre del ESPÍRITU SANTO y de todos aquellos que sinceramente vinieron hoy a rezar contigo.

Nota: El primer mensaje de Santa Rosa de Viterbo fue el 2 de noviembre de 2007.