martes, 25 de septiembre de 2007

Martes, 25 de septiembre de 2007

Jesús dijo: “Mi gente, en la primera lectura han leído cómo el pueblo fue dirigido por Dios y el Rey Darío para reconstruir el templo en Jerusalén después de regresar del exilio a Israel. En el Santuario de los Santos guardaban el Arca de la Alianza con los Diez Mandamientos de Moisés, y la Torá. Allí los sacerdotes ofrecían incienso cada día. Hoy, en sus iglesias, tienen otro Santuario de los Santos en Mis tabernáculos que contienen Mi Presencia Real en las Hostias de Mi Bendito Sacramento. Cuando vienen a la Misa diaria o visitan Mi Bendito Sacramento, también Me dan alabanza y gloria, como los ángeles y los santos cantan Mis alabanzas constantemente en el cielo. Cada día es un regalo para ustedes, así que den gracias por su propia vida y la oportunidad de hacer más buenas obras para servirme para Mi mayor gloria. Los amo mucho a todos, y cuando se reúnen en la Misa diaria, están compartiendo su amor conmigo y con su prójimo. También en el Evangelio dije que bienaventurados son los que oyen la Palabra de Dios y la ponen en práctica. Así que Mis fieles deben acercarse a todos los pecadores en todas las naciones para llevarles Mis Buenas Noticias, e invitarlos a la conversión de sus pecados. Salvar almas debe ser su primera prioridad.”

Jesús dijo: “Mi gente, saben que quiero ayudar a todos a tener la oportunidad de ser salvados y venir al cielo. La próxima experiencia de la Advertencia es un ejemplo de Mi misericordia para mostrar a todos sus caminos pecaminosos y mostrarles cómo cambiar sus vidas. Me verán en un mini-juicio y les haré saber que solo pueden venir al cielo a través de Mí. Algunos se arrepentirán de ofenderme, y buscarán a un sacerdote para confesar sus pecados. Les he dicho antes que a todos se les advertirá que no tomen la marca de la bestia, o un chip de computadora en su cuerpo. Tampoco deben adorar al Anticristo porque es contra Mi Primer Mandamiento. Ahora me preguntan cómo sabrán lo suficiente para buscar refugios durante este tiempo de maldad. Ofreceré a todos la oportunidad de llamarme para obtener protección. No forzaré su libre albedrío, pero la ayuda estará disponible en sus ángeles guardianes para guiarlos a lugares de refugio para protegerlos de los malvados. La gente tendrá que poner su fe y confianza en Mí y Yo haré lo imposible por cada persona que crea en Mí.”