viernes, 6 de marzo de 2015

¡Sois la generación que «verá el cielo bajar a la tierra»!

- Mensaje nº 869 -

Hija Mía, hija Mía tan amada por Mí. Por favor, di hoy a los niños del mundo lo siguiente: Yo, vuestro Jesús, morí en la cruz por vosotros, por cada uno de vosotros. Sin este gran sacrificio, vuestro regreso a casa (al Padre) no habría sido posible, porque el pecado que domina vuestro mundo hoy, como entonces, es grande, y ahora que el pecado es mayor que nunca, Yo completaré Mi obra -la obra de la redención-.

Mi Segunda Venida es inminente, y todos la experimentaréis, pues llegará a la generación que ahora vive, y todos «cosecharéis» el Nuevo Reino, pues descenderá a vuestra tierra, ¡y las promesas se harán realidad para vosotros!

No pasará mucho tiempo antes de que llegue este gran día, pero, para poder experimentarlo, debéis prepararos, ¡pues sin preparación no seréis dignos de las promesas!

Hijos Míos. Mis hijos tan amados por Mí. Por supuesto, todavía habrá personas hasta este día que «terminen» su vida aquí, es decir, que «mueran» en vuestro lenguaje, aunque se trate de la transición a la eternidad.

Estas personas también deben estar preparadas e incluso más que nunca, porque el purgatorio pronto dejará de existir como tal, y deben estar preparadas y puras para poder «resucitar».

¡Todos los demás debéis estar preparados para Mí! Yo Soy vuestro Salvador, vuestra «llave» al Nuevo Mundo, el Paraíso que es perfecto y más glorioso que cualquier cosa que hayáis podido imaginar.

Hijos míos. ¡Preparaos para que no perezcáis en los castigos del Padre! El alma que no esté preparada perecerá, pues la ira de Mi Padre la golpeará, ¡y se perderá para siempre!

Hijos míos. Aprended la oración nº 32 (oración de liberación). ¡Será vuestra última oportunidad de no perderos si perdéis vuestra vida «impura»! Rezadla por vosotros y por vuestros seres queridos, ¡porque tiene el poder de salvar a cada alma que esté (todavía) en la agonía de la muerte y la rece o se rece por ella!

Soy un Dios misericordioso, y aún llega la hora de la misericordia . Pronto dará paso a la justicia, y ¡ay de aquel que no Me haya encontrado, ay de aquel que no se haya establecido en Mí, su Jesús, porque se acercan malos tiempos, y la mentira será grande y vuestro error mayor que nunca, y eso, Mis amados hijos, puede costaros la eternidad!

Vosotros sois la generación que «ve bajar el cielo a la tierra», ¡sois los elegidos para que se os permita vivir en el Nuevo Mundo tan gloriosamente perfecto! ¡Haceos dignos de recibir este don, pues quien es impuro y se entrega al pecado no alcanzará Mi Nuevo Reino!

¡Así que convertíos, purificaos, arrepentíos, confesad, arrepentíos! Sólo a través del arrepentimiento pueden ser perdonados vuestros pecados, hijos Míos, ¡y sólo aquellos que lleven la humildad en su corazón llegarán a conocerme de verdad!

Así que rezad ahora , hijos Míos, y consolidaos en Mí. Yo, vuestro amoroso Jesús, escucho todas vuestras súplicas. Pedidme, pues, y Yo estaré allí.

Suplicadme perdón, pues aún puedo perdonar vuestros pecados. En cuanto la misericordia ceda el paso a la justicia, no habrá más misericordia.

Así que venid ahora, Mis amados hijos, y confesadme. Mi obra de redención está casi cumplida, y vosotros sois los elegidos para recibirla. Amén.

Os amo. Lo que no comprendáis, entregádselo al Espíritu Santo con la petición de que os lo aclare. Él te ayudará, pero debes rezarle diariamente . Amén.

Con amor, tu amado Jesús.

Hijo del Todopoderoso y Salvador del mundo.

Pronto se cumplirá , así que ahora prepárate para Mí. Tu Jesús.

Las revelaciones que te damos son verdaderas. Escríbelas. Amén.

Ve ahora.