jueves, 12 de junio de 2008

Dios Padre habla a través de Su hija Anne durante la noche de expiación en Heroldsbach alrededor de las 23.45 horas.

La Santísima Trinidad apareció sobre el relicario al comienzo de la noche de expiación. Sangre goteaba de la herida del costado del Salvador en la cruz en la pared exterior de la Capilla de la Gracia. El Sagrado Corazón se volvió rojo sangre y en el centro apareció una hostia blanca, que entró en el relicario. Después vi a la Madre Celestial, que trató de apoyar a Jesús en Su sufrimiento.

El Padre Celestial ahora dice: Mis amados hijos peregrinos, Mis elegidos, quiero agradecerles por haber tomado este arduo camino. Conozco todos sus problemas. Durante mucho tiempo he tenido que cargar mucho sobre ustedes. Recuerden, su sufrimiento es Mi sufrimiento.

Ustedes son los miembros de Mi vid. Darán abundantes frutos. Aguanten, Mis amados. Han venido como pequeños corderos entre lobos furiosos. Sé cuánto sufren sus almas. Una y otra vez la queridísima Madre Celestial los apoya. Cuántas lágrimas derrama por sus hijos, a quienes les han entregado a la Bienaventurada Madre. Ahora ella puede moldear a sus hijos. Como piedras preciosas, deben brillar con esplendor. Su madre sabe sobre las profundas heridas emocionales de sus hijos. Cuánto tiempo no han encontrado un pastor en las iglesias modernistas. Ahora hay un vacío enorme en estos templos. Ahora van a orar y sacrificar mucho y todo será escuchado. Permanezcan calmados y firmes, entonces darán ricos frutos.

Mi Hijo murió en la cruz por muchos, pero no por todos. Estas son las palabras de institución del Santísimo Sacramento. ¿Pueden imaginar lo que esto significa para Mi Hijo divino? ¿Han considerado lo que significa esta palabra modificada de la Santa Eucaristía? Cuánto le habría gustado salvar a todos, pero la propia voluntad de cada hombre tiene peso.

Permanezcan en el Amor Divino y fortalezcanse mutuamente, porque necesitan esta fuerza. Una vez más quiero agradecerles a tantos que me han dicho este importante "Sí Padre". Les dejaré fortalecerse cada vez más porque el cielo los observa paternalmente. Miren a menudo las preciosas heridas de Mi Hijo.

He colocado a su lado un pastor elegido por Mí. Este Santo Banquete Sacrificial que pudieron experimentar esta tarde fue Mi regalo para ustedes. Incluso si una puerta se les cierra en la cara, abriré la siguiente. Muchos sacrificios me han traído. Me gustaría agradecer a su líder peregrino, que tuvo que someterse a una operación seria ese día. Todo el sufrimiento los ha sacado por amor. El cielo estaba en ella y en sus alrededores.

¿No les he profetizado que no pueden comprender nada? No lo pregunten, pero practiquen todo. Su confianza será probada y fortalecida. No se vuelvan estrechos de mente. Ustedes son los elegidos a quienes rodeo con fuerza divina. El amor cuesta sacrificio. Todo es una preparación para las alegrías eternas.

Cuán agradecido los miro. Mírenme en el Santo Relicario. Con carne y sangre me han recibido espiritualmente. Su obediencia al Señor y Salvador Supremo será recompensada.

No desarrollen temores de que pueda no ser la voluntad del Padre Celestial. Déjense guiar y conducir. Han elegido este camino. No permanecerán sin pastor. Mi Santo Banquete Sacrificial en el Rito Tridentino se extenderá por todo el mundo, incluso si Mis pastores principales continúen impidiéndolo.

Crean en Mi Divina omnipotencia. En su impotencia reside Mi Fuerza Divina. Su Madre Celestial dejará fluir un amor aún más profundo en sus corazones anhelantes. Aprenderán a soportar todas las dificultades. Continúen prestando atención a Mis caracteres. Los fortalecerán y les mostrarán que el cielo está muy cerca. Ahora los bendigo con triple poder divino, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.