miércoles, 20 de agosto de 2008

El Padre Celestial habla después de la Vigilia por la vida no nacida en la capilla de la casa en Göttingen a través de Su instrumento Anne.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Una enorme multitud de pequeñas almas, acompañadas por pequeños ángeles con vestidos blancos y dorados, nos acompañaron y subieron al cielo saludándonos y agradeciéndonos. La Santísima Madre de Guadalupe, Fátima y Schoenstatt también nos acompañó.

El Padre Celestial habla también hoy: Yo, el Padre Celestial, hablo también hoy a través de Mi hija dispuesta, humilde y obediente, e instrumento Anne. Ella yace en Mi verdad, y ninguna palabra sale de ella. Yo, el Padre Celestial, quisiera agradecerles a todos por acompañarme en estos difíciles pasos hoy, este difícil camino de hostilidad y persecución, así es como me gustaría llamarlo hoy.

Mis amados, no se entristezcan por ello, sino sean agradecidos, porque si están siendo atacados, es verdad, porque yo también he sido atacado. Entonces miren siempre Mi camino, Mi camino de la cruz. Su camino no puede ser diferente al Mío. Ustedes son Mis amados y continuarán siguiendo Mis pasos porque también hoy han recibido una fuerza aumentada. Los poderes del cielo se transmiten a ustedes por los ángeles. ¡Róguenle! ¡Róguenle también a Su Madre Celestial! Ella los ha acompañado hoy como Guadalupe y como Madre de Dios de Schoenstatt, pero también como la Madonna de Fátima.

Sean agradecidos a la Madre Celestial no solo por acompañarlos, sino por guiarlos en estos caminos. Ella los guía y los moldea. Serán conducidos más y más profundamente en este Amor Divino por Mi Madre Celestial. Este amor fluye más profundamente en ustedes, porque es necesario para este camino. ¡Permanezcan en la verdad! Resistan todas las tormentas, todas las hostilidades y también todos los escarnios! Ellos continuarán fortaleciéndolos en el futuro.

Todos los miedos que les sobrevengan, rechácenlos, porque en el miedo Yo no estoy. Yo estoy en paz y serenidad. Siempre permanezcan valientes y poderosos. Siempre desarrollando nuevas energías. Nuevas alegrías se transmitirán a ustedes. Sean agradecidos, Mis hijos, sean agradecidos por todo lo que les llega porque saben que Mi tiempo está cerca. Durante mucho tiempo les he estado hablando como Padre Celestial. Y esta es Mi señal. El sol y la luna se oscurecerán y la tierra temblará. Mis hijos, ¡no teman!

Todo el Cielo les está agradecido, y sobre todo, están completamente protegidos a través de los pasos y caminos que toman y siguen en el Plan Celestial. Las pequeñas almas también quisieran agradecerles hoy, porque les fue permitido ascender al cielo a través de su oración. Han esperado ansiosamente poder estar aquí en el cielo. Un día entenderán lo que realmente han sacrificado y orado. No pueden medir en la tierra cuánto bendición fue otorgada sobre ustedes y en cuánto Poder Divino han ido. Incluso si sus poderes se debilitan, solo entonces el Poder Divino fortalecerá.

¡Crean en la verdad! ¡Permanezcan fieles en todo! Sean fieles en todos los pasos, porque no será fácil para ustedes si muchos no quieren seguir este camino. Yo digo quieren conscientemente, porque han recibido Mis mensajes. También han recibido la gracia para aceptarlos. Pero su voluntad se opone a ello. Oren y sacrifiquen por estos apóstatas, porque un día tendrán que asumir la responsabilidad de por qué no aceptaron estas gracias, que fueron abundantes.

Los amo y quiero bendecirlos con todo el cielo y agradecerles. ¡Permanezcan en el amor! Aumenten su coraje, porque los amo sin límites! Los bendigo en la Trinidad, con Mi queridísima Madre, todos los ángeles y santos, con el amado Padre Pío, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Una vez más les digo, permanezcan fieles y dejen que el amor fluya más profundamente en ustedes, porque solo él los hace fuertes! Amén.

Alabanza y gloria sean sin fin, ¡Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar!