domingo, 21 de septiembre de 2008

Después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial en la capilla de la casa en Duderstadt, el Padre Celestial habla palabras muy serias a través de Su instrumento Anne.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. La Trinidad, la Santísima Madre, una legión de ángeles, Padre Pío, Sor Faustina, la pequeña Santa Teresa, Cristo Rey, San José, todos estaban presentes. El Inmaculado Corazón de María ha sido encendido en un fuego de amor. Se volvió rojo oscuro y tenía un halo de rayos a su alrededor.

El Padre Celestial también quiere hablar hoy: Yo, el Padre Celestial, hablo ahora en este momento a través de Mi hija dispuesta, obediente y humilde Anne, quien solo proclama palabras que son Mías, porque nada es de ella. Ustedes, Mis amados, han recibido hoy el vestido de bodas, la gracia santificante, porque se apresuraron a Mi banquete sacrificial. Este Santo Festín Sacrificial es deseado por Mí, y solo este Santo Festín Sacrificial está en la voluntad del Dios Trino. Todo lo demás es deformación. La iglesia modernista está al final de sus fuerzas.

Mis obispos, Mis amados hijos sacerdotes, ¿por qué a través de estos muchos mensajes aún no han aprovechado la oportunidad de obedecerme, es decir, Mi representante en la tierra? Este Motu Proprio fue proclamado por Mí. Él, el Santo Padre en la tierra, es Mi lugarteniente.

Ustedes, Mis obispos, continúan obedecer a los masones. Ustedes masones, ¿por qué están destruyendo Mi Iglesia que Yo he fundado? ¿Por qué no dejan que estos Mis obispos que han jurado lealtad a Mí sean su guía? Es satánico lo que están logrando. Ustedes son el Anticristo. ¿No creen que podría destruirlos con un apretón de manos, Yo, el Dios Todopoderoso, Yo, el Gobernante de todo el universo? Pero aún les permito seducir a Mis obispos. Ustedes son anticristianos y destruyen todo lo que reside en Mi verdad. Pero no podrán destruir a Mis mensajeros. También les gustaría destruirlos, sí, los matarían y los apedrearían, si Yo, el gran Dios, no los vigilara.

Ustedes, Mi pequeño, no tengan miedo hoy, porque proclamo palabras que deben salir a todo el mundo, palabras muy importantes. Ustedes no hablan desde sí mismos y Yo les he quitado todo el miedo humano hoy porque Mis palabras, Mis verdades, deben penetrar hasta el fin del mundo.

Este Anticristo significa el comienzo de la venida de Mi Hijo en la Trinidad y de Mi querida Madre, la Madre de la Victoria. Ella aplastará la cabeza de la serpiente, es decir, ella aplastará la cabeza de ustedes también, ustedes masones. Todavía es tiempo de que puedan retroceder, porque Yo sigo siendo el gobernante del universo. Todavía tienen tiempo de retroceder y arrepentirse de este grave pecado, de lo contrario están condenados a la perdición. Serán arrojados al fuego eterno, habrá llanto y rechinar de dientes. Nunca serán liberados de él, nunca jamás. El fuego es eterno. No pueden imaginar 'eterno' en su imaginación humana. Pero les digo que nunca deben ver Mi gloria, nunca ver al gran Dios en la Trinidad, en Su gloria. ¿Qué significa eso para ustedes? Han sucumbido a los poderes satánicos. Todos los que obedecen a los masones están sujetos a Satanás. Están gobernados, son guiados por este poder. Pero Yo también gobierno sobre Satanás. En este momento, como Padre Celestial en la Trinidad, permito todo lo que está en Su poder. Satanás está en camino como un león rugiente. Quiere destruir todo.

Aléjense de este poder, ustedes, Mis obispos! Todavía les doy otra oportunidad. Todavía anuncio Mi verdad a través de Mi instrumento dispuesto. Si no debería hacer esto una vez más, entonces están perdidos para siempre. Agradezcan a Mí, el gobernante de todos los poderes, que todavía obtengan esta oportunidad! Este mensaje va hasta los confines de la tierra y ningún poder en el mundo podrá impedirme publicarlo en Internet. Estos mensajes ya han sido traducidos a cuatro idiomas. Ustedes no tienen poder, ustedes masones! Quieren apoderarse de todo el mundo, pero no creen en el gran poder, el mayor poder del cielo y la tierra. Han sucumbido al mundo, han sucumbido a Satanás. ¿Por qué no creen que sin el poder divino nada sucede en la tierra y nada sucede en el cielo?

Yo, el Gobernante de todas las mareas, Yo el Dios Todopoderoso, Yo el Dios Todopoderoso en Su omnipotencia de todo el universo, digo hoy: Solo queda poco tiempo, entonces todo habrá terminado para ustedes, entonces les quitaré este poder y Mi Iglesia recién fundada se elevará gloriosamente.

Mis amados, no desarrollen miedos humanos. Están bajo Mi plena protección. Conserven esta gracia santificante. Vayan a menudo a Mi Santo Sacramento de la Penitencia. Recíbanme diariamente, si es posible, en este Santo Sacramento de la Eucaristía. No entren en la iglesia modernista, Satanás ha abierto su poder allí. Lo verán muy pronto si se quedan en estas iglesias modernistas. Están impulsados por una fuerza que no pueden detener. Ella los impulsa, porque está a su alrededor y también entrará en ustedes.

Los amo, todas Mis criaturas y lloro amargas lágrimas si no quieren arrepentirse, porque todos son Mis criaturas y Mis hijos, y lloro por todos con Mi Santísima Madre, la Madre de la Iglesia y la Reina de la Iglesia, la he elegido como Reina y podrán ver a esta Reina en toda la gloria de Mi firmamento. Antes, presten atención a Mis señales, que se hacen más y más fuertes en el sol, la luna y las estrellas. Un gran terremoto golpeará la tierra. Habrá rayos y truenos e inundaciones grandes. Mucho más..., pero no quiero decirles hoy, porque quiero salvar a muchos. Solo esto les he hecho saber para que teman su pecado, su gran y grave pecado e inicien el arrepentimiento, porque los amo a todos.

El Dios Todopoderoso, el gobernante de todo el universo, el Dios amoroso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en la Trinidad con la querida Santísima Madre, todos los ángeles y santos los bendicen hoy. Estén protegidos, amados, bendecidos y enviados en la Trinidad. Amén. Todo el cielo los ama. ¡Resistan! Sean valientes y sean fuertes en sus debilidades y sean fuertes en el anuncio porque también podrán anunciar Mis palabras cuando esté en Mi voluntad. Amén.

Alabado sea Jesucristo, por siempre y para siempre. Amén.