viernes, 12 de noviembre de 2010

Noche de Expiación en la capilla de la casa en Göritz/Opfenbach el 12 y 13 de noviembre.

La Santísima Madre habla después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial antes del Santísimo Sacramento a través de Su instrumento e hija Anne.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. De nuevo, grandes rebaños de ángeles se mudaron a esta capilla de la casa y se agruparon alrededor del tabernáculo y el símbolo de la Trinidad. Vestían túnicas blancas y doradas y llevaban coronas de mirto en sus cabezas. Los ardientes corazones de Jesús y Nuestra Señora estaban unidos en amor. El santo arcángel Miguel golpeó de nuevo su espada en las cuatro direcciones.

La Santísima Madre hablará solo brevemente, ya que el sufrimiento de la expiación es tan doloroso: Yo, vuestra queridísima Madre, hablo ahora unas pocas palabras a través de Mi instrumento voluntario, obediente y humilde e hija Anne. Ella habla las palabras del cielo después y hoy Mis palabras. Ella está en la voluntad del Padre Celestial.

Sí, Mi querida hija, has recibido estas palabras que apenas podrás transmitir porque tu sufrimiento de expiación es tan fuerte. Y así son solo unas pocas palabras las que se publican en Internet porque sufres mucho. Tu sufrimiento beneficiará a los sacerdotes, especialmente aquí en Wigratzbad, para que puedan arrepentirse y celebrar la Santa Fiesta Sacrificial como la única comida sacrificial verdadera.

Soy adorada aquí como 'María' y este no es Mi deseo. Mi deseo era ser venerada como la Inmaculada Madre Recibida de la Victoria. Pero como todos veis, Mis queridos, las tablillas votivas dicen: "María ha ayudado".

Quiero continuar siendo venerada como la Inmaculada Madre Recibida y Reina de la Victoria aquí en este lugar de gracia y peregrinación.

Todos vosotros podréis salvar muchas almas de sacerdotes esta noche o hacer que se arrepientan. Los peregrinos de Heroldsbach especialmente se benefician de esta noche de expiación.

Como todos sabéis, el sufrimiento de expiación ha comenzado desde hace 14 días y se está haciendo cada vez más fuerte para que Mi pequeña hija Anne apenas pueda soportarlo.

Sí, Mis queridos peregrinos y fieles, rezad íntimamente y formad las 'Oasis de Oración de Amor y Paz'. Este ha sido durante mucho tiempo el deseo del Padre Celestial para apoyar el sufrimiento expiatorio de Mi pequeña hija. Os bendigo ahora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.