Mensajes de diversas orígenes
martes, 3 de diciembre de 2024
Hijos Míos Sembrad Buenas Obras para Recoger los Frutos de la Virtud, del Amor, de la Paz, del Perdón, de la Paciencia y, sobre todo, de la Humildad que os lleva a Obedecer la Voluntad de Dios Padre Todopoderoso
Mensaje de la Santísima Virgen María y de Nuestro Señor Jesucristo al Grupo de Amor de la Santísima Trinidad en Oliveto Citra, Salerno, Italia, el 1 de diciembre de 2024, Primer Domingo del Mes
Santísima Virgen María
Hijos míos, soy la Inmaculada Concepción, soy Aquella que dio a luz al Verbo, soy la Madre de Jesús y vuestra Madre, he descendido con gran poder, junto con Mi Hijo Jesús y Dios Padre Todopoderoso, la Santísima Trinidad está en medio de vosotros. Hijos míos, Mis amados hijos, caminad hacia la alegría, hacia la paz en este mundo, porque los caminos os llevan a la perdición, los caminos que el mundo os pone delante os llevan a cometer pecados contra la Santa Ley, el único camino a recorrer es el que os lleva al Cielo, donde os espera la verdadera vida, la vida eterna. Mi Hijo Jesús vive en vuestros corazones, Él es vuestro guía, escuchad Su voz porque el mundo ya hace tanto tiempo que no escucha Su voz, tened siempre en vuestras casas la estatua del Niño Jesús y besadle todos los días, Él nació para vuestra salvación y debe ser siempre honrado, lo que el mundo ya descuida desde hace tanto tiempo a pesar de las llamadas y llamamientos que vienen del Cielo, la Sagrada imagen de la Sagrada Familia ha sido profanada por los pecados aprobados por las autoridades de este mundo, incluida la Iglesia que camina en una gran confusión desde hace tanto tiempo, dejando de recibir la guía del Espíritu Santo.
La batalla entre el bien y el mal en este mundo se está librando, pero vosotros no lo veis, muchos están arriesgando sus vidas para llevar al pueblo de Dios a la salvación, pero no es fácil para ellos, porque el mal se ha apoderado de las almas dándoles los placeres de este mundo, sembrando el odio, la avaricia, vosotros hijos Míos sembrad buenas obras para recoger los frutos de la virtud, el amor, la paz, el perdón, la paciencia y sobre todo la humildad que os lleve a obedecer la voluntad de Dios Padre Todopoderoso.
Mi Hijo Jesús desea hablaros, siempre desea hacerlo, pero no siempre os encuentra preparados, aceptad Su amor, Sus invitaciones, Su misericordia, para que viváis en paz y alegría a pesar de las tribulaciones a las que os enfrentáis cada día. Rezad hijos míos, por vuestros hijos, por vuestros padres, por vuestros hermanos, por vuestras hermanas, rezad por todos aquellos que necesitan reconciliarse con Mi Hijo Jesús, sed perseverantes en rezar por ellos, no permitáis que el mal os desanime, no os haga comprender la importancia de la oración y de la perseverancia. Estad preparados, pues en el mundo todo está a punto de cambiar, Yo os guiaré, los que escuchen Mi voz no podrán equivocarse.
Os amo inmensamente hijos Míos, rezad en vuestros corazones porque Mi Hijo Jesús os tocará llenando vuestros corazones de Su inmenso amor.
Os bendigo hijos Míos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Shalom. Paz hijos Míos.
Jesús
Hermanos y hermanas, soy vuestro hermano Jesús, el que venció a la muerte y al pecado, soy el Rey de Reyes, vuestro Salvador, he descendido con gran poder junto con Dios Padre Todopoderoso, junto con la Santísima Virgen María Madre Mía y del mundo entero, la Santísima Trinidad está aquí en medio de vosotros.
Hermanos y hermanas, deseo hablar al mundo entero, no temáis por todo lo que está sucediendo en el mundo, se están produciendo tiempos de grandes cambios, todo por el bien de las almas.
Hermanos y hermanas, éste es el tiempo de la verdadera conversión, la que os lleva a la salvación de vuestras almas.
Hermanos y hermanas, el mundo está en grave peligro, necesitáis hacer mucha penitencia, mucha renuncia y mucha, mucha oración, para que estéis preparados para afrontar todo lo que el mundo está a punto de experimentar, creed y no dudéis de todo lo que os digo, y por el bien de vuestras almas, un día comprenderéis porque veréis la verdadera luz, la luz del Paraíso.
Hermanos y hermanas, rezad por la Iglesia para que triunfe la verdad, el mal ha engañado a todos los que no rezan y no han abierto su corazón a la verdad, la Iglesia es responsable si se pierden almas, pero muy pronto todo cambiará porque triunfará la verdad, porque la Justicia Divina nunca falla.
Hermanos y hermanas, Mi amor por todos vosotros es inmenso, nunca os he abandonado, siempre estoy con vosotros y lo estaré hasta el fin del mundo.
Hermanos y hermanas, sembrad amor, sembrad paz, sembrad alegría, porque Yo soy todo esto. Hermanos y hermanas, ahora debo partir, pronto volveré para hablar de nuevo al mundo.
Hermanos y hermanas, os doy Mi Bendición, en nombre de la Santísima Trinidad, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Paz Mis hermanos, paz Mis hermanas.
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