Mensajes de diversas orígenes
domingo, 8 de diciembre de 2024
Hijos míos, ¡empezad a mirar lo bello de esta Tierra!
Mensaje de la Inmaculada Madre María y de Nuestro Señor Jesucristo a Angélica en Vicenza, Italia, el 7 de diciembre de 2024
Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, he aquí, hijos, también hoy viene a vosotros para amaros y bendeciros.
Hijos míos, vengo para llevaros a todos a la santidad, pero antes quiero que la misericordia de Dios arraigue en vosotros en vuestros corazones.
Hijos míos, os repito: «¿Habéis visto el mundo desordenado? ¿Cuántas veces os lo he dicho hace tiempo?».
Ahora desterrad todo esto, ya no hay tiempo para procrastinar, ahora las cosas se miran, se llevan a la mente, de la mente al corazón y luego al alma, ahora es el momento de que el alma os guíe, algo que no habéis hecho hasta ahora. El alma es Dios mismo que guía, porque está tan llena de Dios que también representa a Dios.
Hijos míos, ¡empezad a mirar lo bello de esta tierra! ¿De qué os sirve correr detrás de cosas que no tienen sentido?
Sois hijos de Dios y los hijos de Dios no pueden hacer eso y he aquí que, pronto descubierto, Satanás os acosa; algunos sin que lo sepáis y muchos, en cambio, lo saben y se revuelcan en ello porque están en la locura como Satanás, en la miseria y ésos son los primeros hijos que hay que salvar de la podredumbre satánica.
Hijos míos, pensad en lo que Dios Padre Celestial ha realizado en vosotros, en vosotros, os dio el Sello para la vida, os dio la vida eterna, os dio la tierra donde, todos unidos, podríais vivir codo con codo en el amor de Dios, pero esto no es así.
Comprometeos y haced que todo vuelva a ser como antes y todos os beneficiaréis, estaréis más despreocupados, más alegres, trabajaréis con más ganas y, pensad, lo más grande y hermoso que haréis será la felicidad de Dios Padre Celestial que se regocijaría danzando con los serafines y todos los santos.
Alabad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Te doy Mi Santa Bendición y gracias por escucharme.
¡Rezad, Rezad, Rezad!
Jesús apareció y dijo
Hermana, es Jesús quien te habla: ¡Te Bendigo En Mi Nombre Tres, Que Es El Padre, De Mí El Hijo Y El Espíritu Santo! Amén.
Desciende cálido, abundante, amoroso, lamentador, santo y santificador sobre todos los pueblos de la tierra.
Hijos, Quien Os Habla Es Vuestro Señor Jesucristo, ¡El Que Tiene Voz Para Hacerlo!
Estoy aquí para deciros: «¡Seguidme y os enseñaré la vida sencilla, os enseñaré a buscar la mano y el rostro del otro hermano y de la otra hermana, os enseñaré a amar y a soportar la otra guardia!».
Veréis, niños, no hace falta mucho, porque todo en vosotros es innato, sólo hay que, por así decirlo, reanimarlo un poco.
Hijos, imaginadme en medio de vosotros, en vuestra cama, en vuestro sofá mientras tomáis el té, imaginadme como queráis, reconstruidme con vuestra mente y cada uno hágame como quiera y Yo me transformaré.
Esto estoy dispuesto a hacerlo por todos vosotros con una condición: que hagáis siempre lo que Yo os diga que es bueno y correcto para todos vosotros.
Os bendigo en Mi Nombre Trino, que es el Padre, de Mí el Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La Madonna Estaba Vestida De Blanco Con Un Manto Celestial, Sobre Su Cabeza Llevaba La Corona De Doce Estrellas, Y Bajo Sus Pies Había Refriegas Entre La Gente.
Había Presencia De Ángeles, Arcángeles Y Santos.
Jesús Apareció Vestido De Jesús Misericordioso, Tan Pronto Como Apareció Hizo Recitar El Padre Nuestro, En Su Cabeza Llevaba Una Tiara, En Su Mano Derecha Tenía Un Vincastro, Y Bajo Sus Pies Había Una Extensión De Violetas.
Había Presencia De Ángeles, Arcángeles Y Santos.
Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com
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