Mensajes de diversas orígenes
martes, 24 de diciembre de 2024
¡Haré Que En La Tierra Todo Se Detenga Y Las Bombas Silencien Para Este Acontecimiento Divino!
Mensaje de la Inmaculada Madre María a Angélica en Vicenza, Italia, el 22 de diciembre de 2024
Queridos hijos, la Madre María Inmaculada, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, he aquí, hijos, también hoy, en este Cuarto Domingo de Adviento, Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.
Hijos míos, pueblos míos todos, la espera está llegando a su fin, Dios Me ha dicho: «¡Mujer no temas, haré que en la Tierra todo se detenga y las bombas callen para este acontecimiento divino!».
Hijos míos, guardad silencio, que sólo se oiga vuestro aliento, ¡que se oiga el vaho de vuestro aliento! ¡Aquí estamos hijos, ahora reuníos todos y rezad!
Dirigid vuestras oraciones al Padre Celestial y decid: «Padre, Padre Nuestro, Ya Queremos Agradecerte Este Regalo Que Va A Llegar A Nuestros Corazones, Estamos Cerca De Ti, Seremos Tus Siervos Y Te Repetiremos Constantemente: Perdónanos, Perdónanos Por Nuestro Comportamiento Terrenal. Te Suplicamos Que Nos Abraces Y Nos Llames Hijos Con Fórmula Completa. Padre, Padre Celestial Haz Que Todavía Sintamos Que Ésta Es Nuestra Familia, Al Menos La Fragancia, Esa Inmensa Fragancia Que Sólo Tú Sabes Desprender. Sí, Padre Nuestro, Habíamos Olvidado Ese Dulce Sabor De Formar Parte De La Familia Celestial. Éramos Desobedientes Y Obstinados, La Madre Santa Intentó Hacérnoslo Comprender, Pero Nosotros Impertérritos Seguimos Adelante. Verás, Nuestro Buen Padre, ¡Quizá Porque Estábamos Seguros De Que, Con Tu Inconmensurable Misericordia, Nos Perdonarías! Padre Nuestro, Míranos Y Repite Que Nos Parecemos A Ti, Mira Nuestra Carne Y Haznos Comprender Con Un Asentimiento Que Son Tu Carne Y Nosotros, Nosotros, Por Todo Esto Te Damos Gracias Padre, Te Alabamos Y Te Santificamos Y, En El Proceso, ¡Tú También Nos Santificarás! Padre, Padre Nuestro, Nunca Dejes De Derramar Tu Misericordia Sobre El Mundo, Y Aún Te Pedimos Perdón Por Haber Sido Hijos De La Cabra Escapista. Padre Nuestro, Ahora Nos Arrodillamos Ante Ti Y Tímidamente Te Miramos A Los Ojos Para Tomar Un Poco De Amor Y Todavía Un Poco De Misericordia Que Hay En Ti. Perdónanos Por Este Gesto, Pero Los Niños También Son Esto».
Alabado Sea El Padre, El Hijo Y El Espíritu Santo.
Hijos, la Madre María os ha visto a todos y os ha amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.
Yo os bendigo.
¡Rezad, Rezad, Rezad!
Nuestra Señora Estaba Envuelta En Un Manto De Color Crudo De La Cabeza A Los Pies, Y Bajo Sus Pies Había Muchos Corderos.
Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com
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