Queridos e amados hijos, gracias por estar aquí en oración y por doblar vuestras rodillas. Os doy las gracias por escuchar Mi llamado en vuestros corazones.
Mis queridísimos, hoy os doy una nueva misión: sed centinelas de la verdadera Fe en Cristo Jesús. Estad atentos, no cambiéis vuestro camino, aunque seáis llamados apóstatas y herejes, seguid por el camino que os llevará al Cielo, donde todo está preparado para los elegidos.
Queridos hijos, mirad al mundo con su pecado; se destruye a sí mismo y esto Me causa gran sufrimiento, pero aquellos que permanezcan firmes tendrán salvación.
Mis hijos, mirad el color del sol, que lentamente oscurecerá con tinieblas. Os pido de nuevo que prepares altares en tus hogares y ores, ora con fuerza por la paz y por el regreso de aquellos que se han extraviado hacia el mal.
Hijos, recordad que en este momento habrá muchas gracias que descenderán para mostraros que Dios nunca os deja solos; la providencia será grande!
Ahora os dejo con Mi bendición maternal en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Fuente: ➥ LaReginaDelRosario.org