jueves, 28 de diciembre de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Mis queridos hijos, rezad, rezad, rezad. Rezad más. Abrid vuestros corazones a mi Hijo Jesús.

Soy vuestra Madre Celestial y la Señora del Santo Rosario. Jesús me envía aquí para invitaros a vivir una vida santa.

Hijos míos, no os preocupéis por vuestros problemas y dificultades que encontráis cada día, sino entregádlos a mi Hijo Jesús para la conversión de los pobres pecadores.

Su Madre Celestial los ama e invita a la conversión. Sabed que en mi Inmaculado Corazón hay un lugar reservado para cada uno de vosotros. Vivid aquí, bien dentro de este mi Corazón Maternal.

Os bendigo y os digo: no os desaniméis, sino seguid adelante, siempre adelante hacia mi Hijo Jesús. Jesús os ama y hoy derrama su paz y amor sobre cada uno de vosotros. Rezad el santo rosario cada vez más. Su Madre os ama y os bendice: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Antes de partir, Nuestra Señora dijo:

Que todas las familias recen el santo rosario. Este es mi deseo y el deseo de mi Hijo Jesús. Confesaos e id a la Santa Misa. Liberaos del pecado. Sin confesión no hay salvación.

Hijos míos, en el mundo hay muchas Iglesias, pero la única verdadera es la que tiene como su representante de mi Hijo Jesús, el Papa Juan Pablo II, y esta es la Iglesia Católica.