Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

domingo, 7 de enero de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

En este día, San Gabriel transmitió un mensaje a mi madre:

Edson debe rezar de rodillas ante el Santísimo Sacramento pidiendo la apertura del corazón de la gente de la ciudad de Itapiranga. La gente de la ciudad de Itapiranga es de corazón duro… la gente duda. No creen en los mensajes de Nuestra Señora Reina de la Paz. Pronto habrá la gran oscuridad para toda la humanidad. Reza mucho, mucho, mucho.

¿Quién está hablando?

Es el Ángel Gabriel.

(*) Hice como me pidió el Ángel a mi madre y oré pidiendo a Dios la apertura del corazón de la gente. No fue todo el tiempo, pero estaba esforzándome cada vez más por cumplir los ruegos de Dios. Una cosa interesante es que la gente comenzó a participar cada vez más en las oraciones, y mucha gente de Manaus y otros lugares comenzó a ir al lugar de las apariciones en los días en que éstas tenían lugar. Así, Nuestra Señora estaba convirtiendo muchos corazones a Dios y mucha gente comenzó a vivir cada vez más sus llamados celestiales.

En la mañana, la Santísima Virgen comunicó otro mensaje a mi madre. Mi madre le preguntó a la Madre de Dios una pregunta:

¿Tienes un mensaje que decirle al Padre… que viene ahora en Manaus?

Padre… es un sacerdote muy especial. Se está dedicando y esforzando mucho. Todos los sacerdotes son especiales, *pero dejen de lado a los que no creen. Es muy doloroso para mi Corazón decir esto: dejen de lado a los que no creen. Estos son los Tomos de hoy. Y para los que creen, confíen más, oren más. Este es el mensaje que les doy esta mañana. ¡Pronto nos encontraremos!

(*) Cuando Nuestra Señora dijo: …dejen de lado a los que no creen, no quería que despreciáramos a los sacerdotes incrédulos, sino más bien que no prestáramos atención a las barbaridades que decían contra sus apariciones, diciendo cosas absurdas que no eran ciertas, criticándolas, sin siquiera ser conscientes de los hechos y los mensajes. Nos pidió que oráramos mucho por ellos. Uno no puede imaginar el dolor de Nuestra Señora por esos sacerdotes que desprecian sus palabras para seguir viviendo una vida según el mundo y no según la voluntad de Dios. De estos sacerdotes Dios pedirá mucho.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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