lunes, 28 de octubre de 1996

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber en Belém, PA, Brasil

tarde.

En este día, Jesús y Nuestra Señora aparecieron. Primero transmitió su mensaje la Madre de Dios:

¡La paz esté con ustedes!

Soy la Reina de la Paz.

Queridos hijos, mi mensaje es siempre el mismo: ¡Conviértanse! Vivan mis mensajes y oren, siempre pidiendo la luz del Espíritu Santo Divino para que Él pueda iluminarlos cada día. Oren, oren, oren. Este es mi mensaje. Los bendigo a todos: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Jesús dijo entonces el siguiente mensaje:

Los bendigo e invito a vivir todo lo que Mi Madre les ha comunicado a cada uno de ustedes. Les doy Mi Paz. Tengan Mi Paz y Mi bendición: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El amor de Jesús y la Virgen María por nosotros es tan grande que ninguna mente humana puede comprenderlo. Los hombres entenderán esta verdad solo en el Paraíso. Dichoso es aquel que va al Paraíso al final de su vida aquí en la tierra, pues brillará con gloria eterna al lado de Jesús y Nuestra Señora.