miércoles, 15 de enero de 1997

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Itapiranga, AM, Brasil

¡Penitencia, penitencia, penitencia!

Haced penitencia por la conversión de los pobres pecadores. Conviértanse sin demora. Dejad atrás la vida del pecado. Siempre rezo a Dios por cada uno de vosotros. Soy la Virgen de los Pobres y la Madre de la Gracia, madre de todos vosotros y Reina de la Paz. Bendigo a todos Mis hijos en todo el mundo: en el Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Queridos hijos, rezad el Santo Rosario siempre y cada día. Os quiero mucho, y no quiero que ninguno de vosotros toméis el camino de la perdición.

Amados hijos, soy la madre de Nuestro Señor Jesucristo. Conviértanse. Conviértanse sin demora. Venid, a este lugar, con profundo respeto. Con un espíritu de oración y penitencia. Haced siempre sacrificios para que el mundo obtenga la paz. Oh, amados hijos, mi Inmaculado Corazón sufre mucho. No ofendáis más a mi hijo Jesús. Él fue muy ofendido. ¿Por qué aún pecáis tanto? Si los hombres no prestan atención a mis súplicas, pronto caerá sobre ellos el castigo divino. El castigo divino vendrá en forma de un gran trueno y fuego caerá del cielo. Orad, orad, orad. Os doy mi paz. La paz que viene de mi hijo Jesús. Llevad mi paz a todos los hombres. Arrodillaos ahora mismo y os bendeciré: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén! ¡Nos vemos pronto!