martes, 19 de septiembre de 2006

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, Yo soy la Madre de Jesús, Reina del Rosario y de la Paz.

Estoy feliz por vuestra presencia aquí esta noche, especialmente por aquellos que no han venido a recibir mi bendición celestial desde hace mucho tiempo.

Os amo, mis pequeños hijos. ¡Cuánto quiero ayudaros a pertenecer a Jesús, pero aún no sabéis cómo renunciar a las cosas del mundo! Recordad: estáis en el mundo, pero no sois del mundo. ¿Cuánto tiempo llevo ofreciendo mis oraciones y súplicas al Señor, pidiéndole que os dé aún tiempo para vuestra conversión? Mis pequeños hijos, escuchadme. Soy Yo quien conoce el peligro que corréis si os alejáis de mi Hijo Jesús. No dejéis que el diablo os seduzca y os aleje del camino que os he mostrado y sigo mostrándoos. Más que nunca os ruego: rezad por el mundo y por la Iglesia. El mundo necesita la paz de Dios. Hombres de corazones endurecidos actuarán para causar grandes sufrimientos a muchos de mis hijos. Habrá grandes sufrimientos y grandes tribulaciones. Mis hijos tendrán que llevar una pesada cruz porque no me obedecen. Aquellos que están lejos de Dios, volved lo antes posible. Os pido, pequeños hijos: rezad por los que no rezan, confesaos los que no os confesáis, recibid la comunión los que no la recibís, ayunad los que no ayunáis, porque esto es lo que os ayudará a tener fuerza en las grandes pruebas que se avecinan. Pronto escucharéis anunciarse grandes sufrimientos, y los veréis suceder en el mundo. El tiempo ya está terminando y las cruces están llegando, porque el mundo no me escuchó. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!