sábado, 7 de octubre de 2006

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos de mi Inmaculado Corazón, yo soy la Señora del Rosario, vuestra Madre que os habla. Escuchad este mensaje celestial que el Todopoderoso Dios me envía para deciros. El tiempo de gracia ya está terminando para dar paso al tiempo de grandes tribulaciones para toda la humanidad.

Orad mucho por la conversión de los pecadores. Rezad mucho por los jóvenes. Muchos jóvenes están ofendiendo a mi Hijo Jesús con pecados inmundos, todo por culpa de sus propios padres, que no les enseñan las cosas de Dios y no enseñan a sus hijos a rezar como deben. Muchos padres ni siquiera rezan con sus hijos un Padre Nuestro y un Ave María cada día. Por eso sus hijos se encuentran con sus almas pudriéndose en pecado y viviendo como verdaderos ateos en este mundo.

Orad por los padres y madres con corazones fríos y endurecidos hacia Dios, para que se conviertan. Dios les cobrará por cada hijo perdido en pecado. Ved lo grave que está la situación mundial, hijitos. Esto está sucediendo a muchas familias en diversas partes del mundo. Por lo tanto, el castigo que vendrá del cielo para toda la humanidad será grande, porque los hombres ofenden a Dios tanto. Esto lo dije en Fátima a mis tres pequeños pastores: Lucía, Francisco y Jacinta. La humanidad sufrirá mucho, y los hombres no soportarán lo que viene. Ya la advertencia que Dios enviará será tremenda. Un gran calor vendrá y la tierra estará como en grandes llamas, porque no habrá agua, porque todo se secará y lo que haya estará caliente. La aflicción aumentará aún más cuando vean la gran luz apareciendo en el cielo y entenderán que todo viene de Dios. Ese es cuando comenzarán todos los grandes sufrimientos, hasta la llegada del gran castigo. Os digo que la gran sequía vendrá. Preparáos. El agua que veis ahora ya no existirá para saciar la sed de muchos, porque los hombres han sido malos en vez de ser buenos. Deberían haber visitado el Santísimo Sacramento muchas veces, pero negaron las gracias y la divina presencia de mi Hijo Jesús presente en todos los tabernáculos de la tierra. No han meditado sobre la pasión de mi Hijo Jesús como debieran, no buscando arrepentirse de sus pecados, así que el gran castigo vendrá. Orad, orad, orad. Rezad el rosario para ganar la gran batalla espiritual. Rezad el rosario todos los días para lograr la paz para el mundo y el fin de las guerras y conflictos. Os bendigo a todos: en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!