domingo, 8 de marzo de 2009

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, hoy quiero hablarles de mis lágrimas. Mis lágrimas que he derramado y continúo derramando por sus pecados y su desobediencia a Dios. Lágrimas que muestran mis grandes dolores como Madre, una Madre que se preocupa por el destino y la salvación de sus almas.

Cuántos sufrimientos y cuánta sangre tuvo que soportar y derramar mi Hijo para su liberación y salvación, hijos míos, y ustedes a menudo le responden con ultrajes y ofensas. Cuando no aman, cuando no perdonan, están ofendiendo y ultrajando el Amor Divino de mi Hijo Jesús, que es el amor verdadero. Arrepéntanse de sus pecados. No permitan que su Inmaculada Madre derrame demasiadas lágrimas por ustedes que conocen mis llamadas y mis apariciones. Compórtense seriamente como verdaderos cristianos y no como verdaderos paganos.

En sus vidas debe brillar la gran luz de Dios. Tomen esta luz que cura toda ceguera espiritual, para que sus hermanos puedan decidirse por Dios. Gracias por su presencia aquí esta noche. Llevo sus peticiones a Dios. Tengan fe. Oren para ser de Dios. Oren para que siempre estén con Dios y Dios con ustedes. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!