jueves, 22 de julio de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Maria do Carmo

En este día, Nuestra Señora transmitió un mensaje muy importante a mi madre para que se lo dijera a todas las personas que organizan la recitación del mil Avemarías y mil Ave José. Nuestra Señora quiere ver más ayuno y oración, así como más sinceridad, sencillez y humildad de las personas. La Virgen dijo:

Hija mía, dile a la gente que cuando rezan el mil Avemarías lo hagan ayunando con pan y agua. Lo mismo cuando rezan el mil Ave José. Cada persona debe traer su propio pan y agua para no molestar al dueño de la casa donde están rezando. Muchos están comiendo demasiado y rezando muy poco. Asimismo, muchos están engordando y enfermando. Sean moderados. ¡No se excedan! Las personas que actúan de esta manera no están rezando mil Avemarías, sino que están teniendo un banquete, porque muchos dejan de rezar mil Avemarías solo para comer la comida que la gente prepara y luego le dicen a otras personas cuando les preguntan: ¿De dónde vienen? Rezamos mil Avemarías... ¡Mentiras! Están mintiendo, no han rezado mil Avemarías, porque muchos comen, llegan tarde o se van antes de terminar la oración. Si no pueden rezar mil Avemarías, que rezan al menos quinientos, pero que los rezan. Deseo ver a todos ayunando con amor y fe cuando rezan el mil Avemarías. Sería mejor si rezaran el mil Avemarías los primeros viernes del mes (o primeros sábados del mes) y el mil Ave Jesús los primeros miércoles del mes. Oren mucho, muchas cosas tristes están sucediendo en el mundo y muchas cosas peores aún sucederán. El diablo está suelto en el mundo. Muchas personas que están haciendo cosas malas y feas están con el diablo. Los que no creen en mis apariciones deben cerrar el pico, porque como dice su dicho: ¡boca cerrada no entra mosca! El pasado de una persona no importa, lo que importa es el tiempo presente, porque las personas que se convierten cambian para mejor, para una vida en Dios. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!