domingo, 5 de septiembre de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy Nuestra Señora vino una vez más. Hablamos de los secretos, de lo que está por venir en el mundo. Nuestra Señora estaba triste por la situación de muchos de sus hijos y me invitó a rezar junto con ella por el mundo y por la paz. A pesar de la tristeza en sus ojos, su oración es tan efectiva y poderosa. ¡Qué feliz me siento cerca de ella y protegido por su presencia maternal! Todo podría estar desmoronándose a mi lado y no me importaría. Estar frente a Nuestra Señora es estar frente al esplendor del Paraíso y la pura gracia de Dios. ¿Cómo puedo merecer tanto? En verdad, todo es gracia de Dios. Como ella misma me dijo un día, Todo es regalo y gracia de Dios. ¡Acéptalo! ... Esta aceptación también implica un cambio de vida, transformación y conversión para que la obra redentora de Cristo brille en las almas. Esta aceptación implica saber aceptar cruces y sufrimientos por amor a Dios, para que su luz ilumine a todos aquellos que yacen en la oscuridad de la muerte y el pecado. ¡Esta aceptación es una invitación a la santidad!