domingo, 18 de marzo de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis amados hijos, Yo, su Madre, los amo y en esta noche quiero darles la bienvenida a Mi Inmaculado Corazón.

Hijos Míos, les pido: oren, oren el rosario con fe y amor. Con sus oraciones reparen tantos pecados que se cometen en el mundo por muchos de Mis hijos que no se preocupan por Dios y no Lo aman.

Hijos Míos, ¡no pierdan el tiempo! Abran sus corazones y permitan que Mi Hijo Jesús more en ellos, para que sus vidas se llenen de paz y amor.

Conviértanse y enseñen a sus hermanos a seguir también el camino de conversión que Yo les estoy mostrando: el camino de la renuncia, el desapego, la oración, el sacrificio y la penitencia; pero sobre todo, hijos Míos, el camino del amor y el perdón, para que la divina misericordia también los rodee y los santifique, enseñándoles a amar y perdonar.

Gracias por su presencia aquí esta noche. Estoy aquí para bendecirlos y llevar sus peticiones al cielo. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora vino del cielo mostrando Su Inmaculado Corazón que brillaba y irradiaba una hermosa luz sobre nosotros. ¡Qué lleno de amor está el Corazón de Nuestra Señora!

Viéndola sentí gran paz y consuelo en mi alma. Me pareció que las pruebas y los dolores de la vida se aliviaban, porque Nuestra Santa Madre nos consuela y nos ama mucho. La presencia de una madre en la vida de un hijo que sufre en medio de grandes pruebas es un consuelo y alivio. ¿Qué podemos decir sobre la presencia de la Madre del Señor, que tiene el

su Corazón lleno de amor, paz y bendiciones celestiales? Nuestra Señora es nuestra Madre y como Madre desea ser nuestro refugio y nuestra ayuda, en los tiempos difíciles, que está atravesando la humanidad. Entremos en Su Corazón Puro y Santo y en él encontraremos la fuerza y el coraje para enfrentar con fe y paciencia las pruebas más duras y difíciles.