Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

domingo, 8 de abril de 2012

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber - Fiesta de Pascua

 

¡Mi paz esté con ustedes!

Hijos míos, estoy aquí vivo en resurrección en medio de ustedes, con mi Santísima Madre y mi Padre Virgen José.

Bienaventurados los que se preparan cada día, acogiendo mis palabras en sus corazones y todo lo que les hablo a través de mi Madre y San José. El tiempo pasa y los hombres no quieren abandonar el pecado. De hecho, el pecado es el objetivo de muchos de ellos, pues solo buscan su propia satisfacción personal. Los hombres han perdido de vista el pecado y ya no saben distinguir la mano derecha de la izquierda. Están ciegos, porque el diablo ha destruido las almas de muchos de ellos con sus seducciones y trampas.

Solo aquellos que violen su propia voluntad rebelde para aprender a hacer la voluntad de Dios permanecerán fieles a esta obra y perseverarán hasta el final.

Quien quiera ser Mío, pero no renuncia al pecado y al mundo, se engaña a sí mismo, pero no a Mí. Dejen su vida de pecado, pues solo entonces pueden ser míos. Busquen mi gracia divina y podré transformar sus corazones y sus amores, levantándolos del hombre viejo al hombre nuevo en Dios. No se dejen engañar por el mundo. Satanás quiere mostrarles que las ilusiones del mundo pueden traerles felicidad, pero no crean sus mentiras. Pero crean mis palabras de vida eterna, pues ellas pueden darles la verdadera felicidad en el cielo.

Cuídense, hijo mío, de esta obra con su fe, con su amor y con su dedicación. ¡No teman nada! Estoy con ustedes y con su madre, bendiciéndolos siempre. Nada puede detener esta obra de extenderse cada vez más en el mundo, porque Yo, el Señor, ya la he bendecido y preparado hace mucho tiempo, y antes de que los hombres piensen en destruirla, ya deberían comparecer ante mí, para rendir cuentas por cada tiempo perdido y por cada acto que hayan cometido en este mundo.

El tiempo pasa, pero mis palabras y mis promesas nunca pasarán. Bendigo a la Iglesia y a toda la humanidad: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Seguir a Jesús, vivo y resucitado, en nuestro medio es asumir grandes responsabilidades y compromisos, nuestro compromiso como personas bautizadas, testimoniando a Cristo y a su amor. No podemos seguir a Jesús por diversión. Seguirlo requiere que rompamos con el pecado y nuestras actitudes erróneas para siempre, de lo contrario corremos el riesgo de caer y quedar abandonados al borde del camino, sin la fuerza para levantarnos. Dios nos llama ahora. Nuestro sí debe darse ahora. El cambio que Dios nos pide es ahora y no para mañana. Mañana puede llegar, pero es posible que ya no estemos aquí para verlo surgir.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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