Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
sábado, 21 de abril de 2012
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy, la Santísima Madre vino una vez más para transmitirnos su llamado: un llamado de paz y amor. Dichosos los que no rechazan su maternal consejo, guía que proviene de Dios. Me quedo preguntándome qué nos ha estado diciendo la Santa Madre estos días. De hecho, el camino que nos traza es un camino de conversión y santidad. Nuestra Señora no pudo indicarnos ningún otro camino, porque siempre está de acuerdo con el pensamiento de Dios. Entrar en el pensamiento de Dios es una gracia que pocos alcanzan, porque muchos no son humildes y pequeños ante Dios.
Porque mis pensamientos no son los vuestros, ni son vuestros caminos mis caminos, dice el Señor. Isaías 55:8
Ya el hecho de que queramos saber más que la Madre de Dios y pensemos que lo sabemos todo nos muestra cuánto necesitamos aprender y caminar por este camino que Dios nos señala, a través de ella. Nuestra Señora nos invita a rezar el rosario. Quien no puede rezar el rosario a Nuestra Señora todavía está lejos de la perfección, porque ella es la verdadera señal de intercesión y oración que Dios nos indica. La Santísima Madre de Dios hizo de su vida una verdadera oración: ella es la verdadera oradora, la verdadera discípula e intercesora, el modelo que debemos seguir. Quien quiere dejar a Nuestra Señora de lado difícilmente entenderá el amor de Dios, porque Dios se revelará en profundidad solo a aquellos que primero se dejen formar por su Madre, tal como se dejó, cuando era un niño simple, frágil y diminuto. Jesús nos dio el ejemplo: amó, obedeció y se dejó educar por la Virgen y por San José. ¿Y nosotros? ¿Seguiremos los pasos de Jesús o continuaremos en nuestra vida rebelde?
Paz, mis amados hijos!
Soy vuestra Madre Celestial y la Reina del Rosario y de la Paz.
Hoy os llamo a la oración, al amor y a la paz. Abrid vuestros corazones al llamado de Dios y cambiad vuestras vidas.
Mis hijos, este es el tiempo de la gracia. Dios me envía desde el cielo porque os ama. Esta es la gran señal del amor de Dios en estos días, la presencia de su Madre Celestial entre vosotros. Os doy la bienvenida a vuestras oraciones y las presento ante el Trono de Dios.
Mis hijos, os pido: si queréis hacer feliz el Corazón de mi Hijo Jesús y el Corazón de vuestra Madre, debéis amar y perdonar.
Perdonad, perdonad, perdonad, porque el perdón sana vuestras almas. Sed de Dios amando verdaderamente a vuestros hermanos. Os bendigo a todos y os digo: rezad, rezad todos los días el santo rosario con amor y con fe.
Gracias por vuestra presencia aquí esta tarde. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
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