sábado, 19 de mayo de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Sticna, Eslovenia

Hoy la Sagrada Familia vino a bendecirnos. San José tenía al Niño Jesús en sus brazos y fue Nuestra Señora quien dio el mensaje:

¡Paz, mis queridos hijos!

Vengo del cielo con mi Hijo Jesús y San José para bendecirlos y para concederles la paz.

Mis hijos, tengan un profundo amor por nuestros Sagrados Corazones y sus familias serán sanadas y liberadas de todo mal.

Dios desea conceder grandes gracias a sus familias, pero deben orar, orar, orar, porque en la oración Dios transforma sus almas y los hace hombres y mujeres de fe.

Mis hijos, ¡tengan fe! Dios está siempre a su lado para ayudarlos y bendecirlos. Yo, su Madre, les doy la bienvenida a sus familias a mi Corazón maternal. Mi Hijo Jesús quiere que ustedes y sus corazones estén abiertos al amor de San José. Abran sus corazones, mis hijos.

Dios desea que la devoción a San José se extienda por todo el mundo, porque quiere salvar a las familias.

San José me acompaña hoy y está junto a mi Divino Hijo, porque a través de él muchas gracias de paz y conversión serán concedidas al mundo.

Agradezco a los sacerdotes y a todos ustedes por su presencia, y les digo que sus familias han recibido una bendición especial. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Hoy, Nuestra Señora, nos pide la devoción a los tres Corazones unidos, para que nuestras familias sean sanadas y liberadas de todo mal. En verdad, Dios desea salvar a las familias a través de estos Sagrados Corazones llenos de amor y paz. Quien se acerque a estos Sagrados Corazones no se arrepentirá, sino que encontrará la misericordia de Dios. El Niño Jesús durante la aparición mostró su Corazón y me hizo entender que nos daba la bienvenida en él. Luego, con sus pequeñas manos abiertas, miró hacia el cielo como pidiendo a Dios Padre por nosotros.

Inmediatamente después vi el mapa de Eslovenia y sobre él la mano de Dios bendiciéndolo y protegiéndolo. De la mano de Dios una gran luz se derramaba sobre toda Eslovenia e iluminándola. Entendí que estas eran las gracias que Dios estaba concediendo al pueblo esloveno a través de la presencia de los tres Sagrados Corazones unidos de Jesús, María y José.

Nuestra Señora me hizo entender que a partir de hoy ha comenzado un nuevo tiempo de gracia y bendición para el pueblo esloveno, y que este tiempo de gracia vendrá fuertemente a través de la devoción al Corazón Santísimo de San José. Los tres Sagrados Corazones unidos realizarán en Eslovenia grandes milagros y grandes conversiones.