sábado, 4 de enero de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

La Madre Inmaculada vino una vez más del cielo para darnos su santo mensaje:

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que viváis para el Señor, decidiendo seguir su llamada a la santidad.

Dios quiere que seáis santos, hijos míos, como Él es santo. Luchad por el Cielo, no os dejéis vencer por las trampas y tentaciones del demonio, que perdió la gloria del Cielo por su desobediencia y rebeldía contra Dios, queriendo ser como el Señor.

Sed humildes, muy humildes, liberándoos de todo orgullo y presunción. Dios derribará siempre a los soberbios y a los injustos, para defender a los justos que invocan Su Santo Nombre. Rezad para agradar siempre al Señor y merecer su benevolencia.

Estoy aquí para conjurar las terribles calamidades que pueden sobrevenir, cuanto antes, a la pobre humanidad infiel e ingrata, que ofende continuamente al Señor.

No pequéis más. No ofendas más al Señor con tus pecados e infidelidades. Sé bueno y vive en la gracia de Dios.

Los que ahora no quieran decidirse por Dios, serán los que mañana derramarán amargas lágrimas de dolor, porque no quisieron escucharme, no quisieron obedecer mi llamada maternal.

Seguid rezando por la Santa Iglesia y por los ministros de Dios. De ellos pedirá cuentas el Señor por cada alma confiada en sus manos, y ay de aquellos que no han cuidado de las almas con sus oraciones y sacrificios, dejando que se pierdan en el pecado y en el camino que lleva al infierno, a causa de sus malos ejemplos y escándalos.

Rezad, rezad, rezad, pues sólo con la oración se pueden evitar y cambiar muchas cosas tristes en el mundo.

Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.