viernes, 1 de enero de 2021

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Manaus, Am, Brasil

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, soy la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia y de toda la humanidad. Vengo del cielo para llamaros a la conversión y a la santidad. La conversión no es querer pertenecer a Dios un día y negarlo al siguiente, volviendo a una vida manchada por el pecado y las infidelidades. La conversión no es rezar un día o dos, y vivir muchos otros días como si no fueran cristianos bautizados, como animales sin razón. Conversión no es decir que son fieles a mi Hijo y que son sus seguidores y callan ante los errores y ataques contra su Divina Majestad, contra sus verdaderas enseñanzas y mandamientos. Conversión no es decir que son hijos de la Iglesia, sino que son omisos, no la defienden, cuando la ven ultrajada, ridiculizada, callan, permitiendo que los profanadores, herejes y hombres despiadados se introduzcan dentro de ella, enseñando el error, la mentira y la herejía a tantas almas inocentes y víctimas de los lobos vestidos con piel de oveja. Nadie las defiende, nadie las ayuda, nadie se preocupa ya de las ovejas de mi Divino Hijo, es cada uno pensando en sí mismo, en sus propios intereses y en los de los demás tratando de saber cómo sobrevivir en estos tiempos difíciles de forma egoísta y con un corazón endurecido y cerrado a la gracia y al amor de Dios. ¡Todo esto te condena al infierno!

Si no corriges tus errores y acciones no entrarás en la gloria del cielo. Este es mi mensaje, este es mi llamamiento: cambiad de vida y convertíos. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.