martes, 16 de agosto de 1994

Mensaje de Nuestra Señora

Vengo hoy una vez más, hijo mío, como cada día, con Mi Inmenso AMOR, para llenar tu vida con la Gracia de DIOS, y para estar presente una vez más con Mis hijos.

Hoy necesitas esta Mi asidua Presencia Maternal, ¡por eso vengo cada día! El mundo necesita el AMOR de la Madre en el Cielo. Me hago presente ante ti, para que no te sientas indefenso o abandonado por Mí".

(Marcos): (Le pregunté si podía dar una Gracia a dos personas que lo necesitaban. Nuestra Señora respondió con un Mensaje, como una Madre amorosa y dijo:)

"- Ve, hijo mío, y transmíteles todo lo que te he dicho".

(Marcos): (Le pregunté si tenía algo para la humanidad. Ella respondió:)

"- Sí, deseo pedir, como siempre, oración y confianza en DIOS!

Hagan Adoración Eucarística, queridos hijos! Con la Adoración Eucarística, podrán superar incluso guerras, hambre, y todo lo que Satanás planea contra ustedes. Toda la trampa de Satanás caerá al suelo si adoran el Santísimo Sacramento.

Hijo mío! Di ese signo en esa fotografía*, para indicar no solo a ti, sino a todos tus hermanos, que te amo!

Soy la Luz del mundo! Soy Yo quien lo hace todo aquí! Es un signo simple, querido hijo, pero ¿cómo podría este signo no ser simple si viene de Mí? Es porque Soy Simple, Mansa, y Humilde de Corazón.

Hijo mío, este signo es para que todos entiendan que eres Mi Elegido, y Mi Mensajero. Que todos noten en la imagen que Mi Rostro está mirando hacia ti, para indicar a todos que eres Mi Mensajero, y que Yo estoy iluminando tus ojos y tu camino, siempre frente a ti.

Este pequeño signo es una prueba de Mi AMOR por ti, y de Mi Presencia con cada uno de ustedes, queridos hijos Míos.

Quédate en la Paz del Señor! Te bendigo a todos con AMOR, en el Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".

*(Nota): (Esta foto a la que Nuestra Señora se refiere en el Mensaje fue tomada por una joven mientras Marcos sostenía en sus manos una imagen de Nuestra Señora de Lourdes, dentro de un autobús, en una peregrinación de regreso de Aparecida.

Cuando la joven reveló el carrete, para sorpresa de todos, la imagen de Nuestra Señora estaba toda iluminada y con su cabeza ligeramente girada hacia Marcos Tadeu. El cinturón azul, las manos y los pies de Nuestra Señora de Lourdes desaparecieron en la luz.

Alrededor de la Imagen había un 'aura de Luz', mostrando que la Luz salió de la Imagen, y no una Luz que se reflejó en ella. Todos quedaron muy impresionados por este signo. Esta foto está en el álbum de signos al final de este libro)