jueves, 14 de septiembre de 1995

Mensaje de Nuestra Señora

Hoy mi Inmaculado Corazón quiere decir muchas gracias por todas las oraciones que cada uno ha ofrecido a mi Corazón en estos días. Gracias, queridos hijos, por el afecto que cada uno tiene por Mí! Mi Corazón se alegra felizmente, por las conversiones en la vida de cada uno.

Deseo, queridos hijos, que cada uno de sus corazones se abran más y más al Espíritu Santo! Que vuestro corazón, hijitos, sea todo del Espíritu Santo! Que vuestro corazón, queridos hijos, sea siempre, y siempre, camino abierto a la Gracia de DIOS.

Les di el nombre de Ángeles de la Eucaristía, para que entendieran que Jesús en la Eucaristía está sufriendo inmensamente, en el tabernáculo. La Corona de Espinas, mostrada en el Sagrado Corazón de Jesús, está clavada hoy en el Corazón Eucarístico, que está en cada tabernáculo en la tierra! Se cometen sacrificios y más sacrilegios a lo largo del mundo, desolación y más desolación.

Orad, Mis hijos, orad, adorad a Jesús en la Eucaristía con todo vuestro corazón, porque pronto se cumplirá el Misterio de Iniquidad y Abolición del Santo Sacrificio Perfecto, que es la Misa.

Orad, Mis hijos! Mi Inmaculado Corazón está afligido, preocupado y aprensivo estos días! La Eucaristía, mi Jesús, nunca ha sido tan ofendida como en estos tiempos, y así es necesario formar una poderosa barrera de corazones que clamen por todas partes: - ¿Quién es DIOS en la Eucaristía? ¿Quién es DIOS en la Eucaristía? Difundid este Poderoso Clamor, Mis hijos, especialmente aquí, en este grupo.

Deseo que este grupo crezca más! He derramado mi Misericordia, y deseo derramar más de mi Gracia, para esto deseo que oréis más de lo que ya estáis orando.

Gracias a DIOS, los jueves han sido una maravilla! De ahora en adelante, mis hijos, orad más, tened más momentos de oración, especialmente juntos, porque donde dos o tres se reúnen en el Nombre de Jesús y en mi Nombre, el PADRE os dará todo, todo lo que pedís al PADRE os lo concederá.

Por lo tanto, Mis hijos, no tengáis miedo, rezad el Santo Rosario todos los días, para lograr la paz para el mundo, y el fin del pecado. Así, DIOS cubrirá vuestras almas con esplendor, porque el corazón que se abre a ÉL es muy hermoso, porque DIOS refleja SU propia Bondad y Belleza en el corazón que AMA!

Os bendigo en el Nombre del Padre, en el Nombre del Hijo, y en el Nombre del Espíritu Santo. Estad en la Paz del Señor".