sábado, 17 de febrero de 1996

Mensaje de Nuestra Señora

Queridos hijos, camino con ustedes, especialmente con aquellos que más sufren, ¡y con aquellos que más necesitan Mi AMOR!

Queridos hijos, ¡recen! ¡recen! Sean luces de amor para este mundo, consumido por el odio y el gran desamor, que ciega y domina a tantos de Mis pobres hijos!

¡Hay tantos que pecan! ¡Hay tanto mal en el mundo: robos, secuestros, muertes, prostitución, drogas, homosexualidad, indiferencia!

Queridos hijos, levanten sus manos conmigo al Cielo para que podamos lograr el gran milagro de conversión y transformación del mundo, de un desierto de odio, en un oasis de Paz y AMOR.

Recen, queridos hijos! Recen el Rosario, como un arma poderosa y fuerza de oración, para transformar el mundo.

El Rosario es la bomba atómica del cristiano! ¡Con él, todo lo del enemigo es destruido! ¡Recen!

Mi Inmaculado Corazón es una colmena! La miel que tengo en Mí es la Gracia y el AMOR de DIOS!

Cada cuenta del Rosario que rezan es una gota de miel que yo dejaré caer sobre ustedes, para sanar tantas heridas, y tantos dolores.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".