Queridos hijos, gracias por rezar este Mil Avemarías. Gracias por estar en este frío, rezando conmigo y con mi Hijo Jesús.
Los amo. Sigan rezando juntos. Como dije antes, el fin del tiempo de la Gracia está cerca, así que necesito sus oraciones. Recen el Santo Rosario todos los días. Ofrezcan más Avemarías, sacrificios, penitencias.
Les pido que recen el Rosario de Lágrimas de Sangre todos los días, y ofrezcan por mi Obra Santa.
Sigan rezando con el corazón, y cumpliré todas sus peticiones. Los amo y los bendigo en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.