Marcos, paz, ¡soy ÁNGEL JODIEL!
El alma que ama sinceramente al Señor, no sabe cómo darle menos que todo su ser.
El alma que no da toda su libertad al SEÑOR, no lo ama verdaderamente y se vuelve indigna de su amistad.
El verdadero devoto de los santos ángeles no se gobierna a sí mismo, sino que se deja gobernar y dirigir por los ángeles por nosotros, en el camino de la vida y la santidad.
Solo la oración puede dar buenas disposiciones al alma para que acepte la Voluntad y la Gracia de DIOS y colabore con ella.
Paz Marcos, mi amigo, te bendigo".