Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
sábado, 3 de abril de 2010
Sábado Santo - Soledad de Nuestra Señora de los Dolores
Mensaje de Nuestra Señora del Dolor

Mis queridos hijos, YO SOY EL SEÑOR DE LA SOLEDAD. En este Sábado Santo permanecí sin Mi Hijo JESÚS, separada de Él, quien yacía muerto en el Sepulcro.
Soy la Madre de la Soledad aún hoy, porque muchos de mis hijos, a diferencia de mi Jesús, se alejan de mí, se separan de mí a través del pecado, a través de la desobediencia a mis mensajes y a la santa ley de amor del Señor:
- porque no Me quieren como su Madre en sus vidas,
- porque aman las cosas terrenales más que las Celestiales,
- porque prefieren los amores de las cosas pasajeras de la tierra más que en Mi Amor Maternal eterno!
Aún hoy soy la Madre del Dolor y la Soledad, porque incontables niños y jóvenes, desde temprana edad ya arrastrados por esta sociedad pagana y contraria a la Ley y a la voluntad del Señor, a experiencias tempranas del mal, a vivir como pequeños paganos completamente alejados de Dios, de Su conocimiento, de Su Palabra, de la Oración, del conocimiento de Mí, de la Oración del Rosario, de Mi Rosario, de Mis Mensajes!
Estos niños y jóvenes separados de Mí, por una educación pagada, de esta sociedad de familias, son la causa de Mi gran dolor, son una herida abierta en Mi Corazón Maternal que sangra sin cesar.
Soy la Madre de la Soledad, por tantas familias que se han separado de Mí, que se separan de Mí porque ya no rezan el Rosario, porque se entregan a todo tipo de placeres y diversiones, porque solo intentan tener, solo intentan acumular cosas y no piensan por un momento en la salvación de su alma, sobre el amor que le deben a Mi hijo Jesús que da Su vida por la salvación de todos, sobre el Amor de Mi Corazón Maternal que ha aceptado una vida de tantas inquietudes y aflicciones por la salvación de todos. Estas familias son una herida muy dolorosa que Mi enemigo infligió a Mi Corazón para hacerme tambalear, por mostrarme que Él ha dominado a todas las familias en la tierra. Y es por eso que soy la Madre del dolor y la soledad y renovo hoy mi urgente llamado a todas las familias:
¡CONVIÉRTANSE SIN DEMORA! ¡REGRESEN A MI ROSARIO! ¡REGRESEN A LA ORACIÓN!
Acepten y obedezcan Mis Mensajes, para que todos puedan ser salvados y sanados: de la herida de la desunidad, la herida del divorcio, la herida de la discordia, la violencia, el egoísmo. Y así a través de ustedes el mundo y la iglesia también puedan ser sanados y salvados, de la herida de la apostasía, de la herida del mal, del egoísmo, de la guerra, de la muy autodestrucción que los hombres están construyendo día a día, con sus propias manos!
Soy también la Madre de la Esperanza. Así como en este día esperé en Fe, Amor, Oración y firme esperanza por la Resurrección de mi Hijo Jesús, así hoy estoy esperando gozosamente, esperanzada, por Su Segunda Resurrección, es decir, el regreso de mi Divino Hijo Jesús Cristo en gloria, que pronto tendrá lugar y renovará el cielo y la tierra.
¡Sí! Vean cómo fui la Madre de la Primera Resurrección, la Madre que esperó la Primera Resurrección, soy la Madre que espera la Segunda Venida de mi Hijo Jesús, que vendrá sobre las nubes del Cielo para juzgar a los vivos y a los muertos y para restaurar el Cielo y la Tierra. Como Juan, como Magdalena, Verónica y las piadosas Mujeres esperen conmigo también: en Oración, en Silencio, en Penitencia, en obediencia a Mis Mensajes, en el cumplimiento de todo lo que les he pedido aquí. porque pronto mis hijos, ¡serán liberados!
Si perseveran hasta el final serán coronados. Si son verdaderos amigos de Jesús y Mis hijos hasta el final, pondré el Diadema de la Victoria ante ustedes.
Si son constantes incluso en el dolor y el sufrimiento a todo lo que les he pedido en estos casi veinte años de Mis apariciones Aquí, pondré una palma en sus manos como si hubieran sido mártires.
Si aceptan sufrir conmigo la exclusión, la soledad de la cual son víctimas, porque me siguen, porque obedecen Mis Mensajes. ¡Oh sí! Los incluiré en el número de mártires, pondré la Palma de los Mártires en sus manos. Sí Mis hijos, imítenme, porque soy la Reina de los Mártires y he sufrido todo por Amor de Mi Jesús, por Amor de Dios, por la salvación de todos ustedes!
Si también aceptan sufrir conmigo por Amor del Señor y también por la salvación de tantas almas, que arriesgan la condenación, serán como Yo colocados en el número, en el Coro de los Mártires.
¡Adelante mis hijos! ¡Estoy con ustedes en cada momento de su vida! En los momentos más difíciles estoy más lista, más cerca e inclinada que nunca a sus almas, sus sufrimientos, sus dolores y lágrimas.
Mis hijos, que me siguen, que obedecen Mis Mensajes y que vienen aquí siempre, especialmente los sábados ahora recibirán la indulgencia plenaria de Mi Corazón, que les prometo a todos los que me honren, a todos los que vengan aquí cada sábado a consolarme. En ustedes Mis hijos que me aman, que me obedecen, que me siguen plenamente. Me consuelo, me siento reconfortada. En ustedes, Marcos, mi hijo favorito, que nunca me ha decepcionado, que siempre me ha dado gusto, consuelo y felicidad, me consuelo plenamente. Y en mis hijos que dieron sus vidas con ustedes aquí a Mí, consagrados a Mi servicio y en aquellos que me obedecen completamente, estoy verdaderamente consolada, glorificada y mucho, mucho amada.
A todos, a todos ustedes. Los bendigo generosamente".
(Marcos): ¡Sí Señora! ¡Sí Mi Madre! Hasta mañana. Adiós, hasta pronto, hasta mañana. Sí."
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