martes, 1 de enero de 2008

Martes, 1 de enero de 2008

(Solemnidad de María)

Jesús dijo: “Mi gente, estas puertas abiertas a la Luz del cielo son un recordatorio de que esta es una de Mis razones para hacerme hombre. Traje salvación a la humanidad para salvarlo de sus pecados, pero también abrí las puertas del cielo que habían estado cerradas desde el pecado de Adán. Esta es una bendición que ahora las almas dignas pueden celebrar al estar con su Dios amoroso en todo Mi esplendor. Las nubes en la visión, que cubrían la Luz del cielo de vez en cuando, representan los pecados del hombre que continúan ocurriendo cuando el hombre Me da la espalda adorando a dioses y posesiones terrenales. Estar Conmigo en el cielo debería ser la meta de cada alma, pero a veces permites que las distracciones del mundo desvíen tu atención del Uno que deberías amar más. Te permito renovar las gracias en tu alma a través de la Confesión. Entonces Mi Luz y el calor de Mi amor pueden iluminar tu camino para seguirme con una fe más fuerte. Sé agradecido y dame las gracias por salvarte de tus pecados con Mi muerte en la cruz, así como por abrir las puertas del cielo para que entres y compartas el amor de Mi Banquete de Bodas.”

Jesús dijo: “Mi gente, esta visión de un hombre siendo atraído hacia un agujero negro representa el poder del mal sobre el hombre en el momento de la tribulación. Te he dicho que entonces verás un mal que aún no has visto, y todos los demonios del infierno serán desatados sobre la tierra. Durante este tiempo Me necesitarás a Mí y a Mis ángeles para protegerte de los malvados, y encontrarás más protección en Mis refugios. Mis refugios serán tu mejor refugio seguro donde Mis ángeles lucharán por ti contra los demonios. Esta es aún más la razón para tener tus almas purificadas, y tus cuerpos protegidos con sacramentales benditos como rosarios, escapularios, crucifijos benditos benedictinos, sal bendita, agua bendita, y medallas y oraciones de exorcismo. Mi Advertencia vendrá primero para despertar a la gente a la clase de mal que enfrentarán. Serás advertido de no aceptar ningún chip en tu cuerpo ni ninguna marca de la bestia. Tampoco mires a los ojos del Anticristo que podrían controlarte. Mantente preparado para esta batalla malvada, pero sabe que Mi poder prevalecerá al final ya que Satanás será aplastado en la derrota. Confía en Mí y ámame, y no tendrás miedos ni preocupaciones.”