viernes, 26 de septiembre de 2008

Viernes, 26 de septiembre de 2008

(San Cosme y San Damián)

Jesús dijo: “Mi gente, primero pregunté a Mis apóstoles quiénes pensaban que era en Mis días. Luego, les pregunté a Mis apóstoles ‘¿Quiénes decís vosotros que soy?’. Fue San Pedro quien dijo que yo era el Cristo, el Hijo del Dios Vivo. (Mat. 16:16) Le dije a San Pedro que fue Mi Padre en el cielo quien le había revelado esto. También instruí a Mis apóstoles a no decirle a nadie sobre Mi verdadera identidad. Esto se aclararía más tarde después de Mi muerte y Resurrección por el poder del Espíritu Santo. Hoy, estoy llamando a Mis fieles a entender quién soy para que puedan proclamar Mi identidad como un Dios-hombre a todas las naciones. Soy la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, y fui encarnado como un hombre para poder ofrecer Mi vida como el sacrificio más digno por todos los pecados de la humanidad. Así de mucho amo a todos que daría Mi vida por vosotros. Por eso necesitáis Mi gran crucifijo en el altar para recordar que morí por todos vosotros. Otro recuerdo es Mi don de Mi Real Presencia en las Consagradas Hostias de Mi Santísimo Sacramento. Cuando creéis en Mi Real Presencia, Me tenéis con vosotros íntimamente como si estuviera justo a vuestro lado en carne y hueso. Dad gracias a vuestro Señor por redimir vuestra alma de vuestros pecados, y por permitir que entréis por las puertas del cielo que ahora están abiertas a los que son dignos. Dad gracias a Mí también por estar entre vosotros en Mi Real Presencia en la Adoración y cuando Me recibís en la Sagrada Comunión.”

Jesús dijo: “Mi gente, este derramamiento de sangre representa el problema que tiene América con las principales cuestiones de la vida de la cultura de la muerte que todavía favorece matar bebés por el aborto, matar personas en guerras interminables, y matar a los ancianos por la eutanasia. Millones de vidas se están perdiendo por abortos sin remordimientos de este acto malvado. El cáliz de oro representa el incentivo económico para los médicos de las operaciones. Vuestro asesinato perpetuo en guerra tras guerra no está justificado, y está liderado a propósito por la gente del mundo entero para obtener ganancias financieras y con otra intención de debilitar vuestra economía y atar a vuestro ejército. La eutanasia no está quitando muchas vidas, pero todavía existe una actitud de cultura de la muerte que las personas mayores son prescindibles. América tiene la sangre de estos asesinatos en vuestras manos, y vuestro país es responsable de este asesinato de vidas inocentes, especialmente en el vientre materno. Continuad vuestras oraciones por esta vigilia de oración contra el aborto. Más vidas se pierden por el aborto que en todas vuestras guerras.”